Tribuna del Atlántico

Crónica de una repostulación

Con una plegaria por las víctimas de la tragedia de San Cristóbal, a la cual me referiré en otro momento, doy paso a la reflexión prevista para hoy.

La muerte de Santiago Nasar, estaba anunciada en las esquinas del pueblo, en los sueños de su madre, que no quiso ver el infausto presagio y, más aún, en la expectativa creadas en torno a la publicación de la novela de Garcia Márquez y la metáfora inolvidable de que le tomó: “27 años reconstruir el espejo roto de la memoria”.

Al presidente Luis Abinader le han tomado cerca de 4 años, armar los argumentos para lo que todos sabíamos, que buscaría la repostulación para un segundo mandato, para el cuál está constitucionalmente habilitado.

El anuncio fue hecho en domingo, siempre es bueno para los titulares del lunes. Mi hijo Bismark, llamaba la atención de que es la primera vez que semejante anuncio se hace desde el exterior, es que ahora se hacen por las redes sociales.

Otros que si en dia 13, desafiando los augurios de ese número. Unos más, que se hace sobre el momento de la exitosa participación del presidente en la Parada Dominicana en Nueva York, poniendo a competir una noticia con la otra, de esto podríamos culpar al ritmo frenético de los tiempos o, a la, a veces, caótica comunicación gubernamental.

Lo que si está claro es que la decisión no ha sorprendido a nadie, los aprestos de reelección con vayas, letreros de 4+, claques vociferantes y reclamos en los discursos de funcionarios y dirigentes, suenan desde hace tiempo, en unos afanes de campaña en los que todos madrugaron, aunque la JCE, se enteró, apenas la semana pasada, intentando poner orden en lo que ya hace dos años, anda sin orden ni concierto en todos los litorales.

¿Quién no lo intuyó en los 1,800 millones de subsidio a los padres con hijos en las escuelas, o en el nuevo y masivos subsidio a los motoconchistas? En ambos casos, como diría Facundo Cabral, “porque son muchos”.

El único argumento en contrario lo daban unas declaraciones del propio presidente Abinader, que en la campaña anterior decía no creer en la reelección y cuando le dijeron que lo mismo habían dicho otros de su partido, pidió que le guardaran la grabación y se lo recordaran, cosa que hace dia vienen haciendo, pero la señal no llega.

Los argumentos son los mismos de siempre, una gran dosis de sacrificio, por el país, claro está, el recuerdo de que no se es Dios, lo que ya se sabía, para resolverlo todo en tan poco tiempo, la bandera de la honestidad, etcétera.

Al margen de los esfuerzos de unificar la oposición, el mayor reto del proyecto reeleccionista es, como siempre, la economía, seguido de cerca por la falta de empleos, la delincuencia que motiva visitas semanales del mandatario a la Policía, la salud y los servicios básicos claramente en deterioro.

El que está en la silla, sale, casi siempre, en el carril de adentro, parecería ser el caso del mandatario, sin que nadie deba descartar a sus contrarios, que saben también, “por donde se le entra el agua al coco”.

En fin que, antireleccionista solo era Hatuey, que los demás lo son hasta estar en, “el carguito”, cosa que don Hipólito, dejó claro hace tiempo.

Ahora se multiplicarán las denuncias sobre los fallos de los programas sociales, los nombramientos excesivos, el festival de pensiones, que no resistiría un reportaje de investigación, con gente que nunca dio un golpe ni de karate y lazos de consanguinidad de primer grado.

Sin sorpresas, la repostulación inicia su trayecto, hará falta Simon Alfonso Perberton, para que nos diga cómo van las apuestas al inicio de la carrera, porque las encuestas, apuntan en direcciones diferentes, “asigún”, quien las ordene.