PENSAMIENTO BÍBLICO
Fidelidad
“Si fuéremos infieles, él permanece fiel; él no puede negarse a sí mismo”, 2 Timoteo 2:13.
Al parecer, nadie se come la infidelidad y, sin embargo; a menudo somos infieles. No ocurre así con Dios. Él es fiel. Su fidelidad es grande.
Dios, a diferencia de nosotros que somos volubles e inconstantes, no se niega a sí mismo. Permanece fiel. Su amor es perenne. Su lealtad es invariable hacia sus criaturas.
“Oh tu fidelidad, cada momento la veo en mí”, dice el himnólogo. Concuerda perfectamente con la inmutabilidad del Dios soberano y eterno. Igual de leal el Señor quiere que seamos con él.