en la diana

Balance de expectativas

Primer Tiro

Con libre convertibilidad entre monedas, un inversionista dispuesto a mantener su inversión en moneda nacional siempre demandará un rendimiento o tasa de interés mayor o igual a la suma de la tasa de interés interna en moneda extranjera y la devaluación esperada. 

En una situación adicional de libre movilidad de capitales, el inversionista sustituirá la tasa de interés interna en moneda extranjera por la tasa de interés internacional libre de riesgo, y agregará una prima adicional para compensar el riesgo país. 

Si la tasa de interés internacional y el riesgo/país permanecen constante, entonces la decisión dependerá de la tasa de devaluación esperada. Si la devaluación esperada es mayor que la diferencia entre la tasa de interés en moneda nacional y la de la moneda extranjera, el inversionista decidirá mantener su inversión en moneda extranjera, y viceversa. La diferencia entre ambas tasas de interés es la tasa máxima de devaluación que estaría dispuesto a tolerar todo inversionista, la cual siempre será comparada con la devaluación esperada.

Segundo Tiro

Toda reducción de la tasa de interés en moneda nacional produce una disminución de la tasa máxima de devaluación tolerable, y he aquí donde hay que tomar en cuenta que las expectativas no se distribuyen homogéneamente entre todos los inversionistas. 

Aquellos con expectativas de que el tipo de cambio permanecerá estable, mantendrán sus inversiones en moneda nacional, colocando las mismas en los títulos de la mejor combinación riesgo/rendimiento que le permita compensar la reducción en la tasa de interés, y en la máxima devaluación esperada tolerable. En cambio, los inversionistas con expectativas de aumentos en el tipo de cambio por encima de la devaluación máxima tolerable, convertirían sus inversiones a la moneda extranjera, lo que sería un factor de presión sobre dicha variable. 

La teoría y el modelo presentado mas arriba podrían explicar satisfactoriamente lo que está ocurriendo en los mercados de deuda pública y de la moneda extranjera, en los cuales se podrían estar manifestando expectativas cambiarias diferentes.

Tercer Tiro

Entre el 1 de mayo y el 24 del mes en curso, el índice de precio de la deuda pública pasó de 110.75 a 116.25, dato que es completamente consistente con la predicción de que los inversionistas dispuestos a mantener sus inversiones en moneda nacional demandarán los títulos de mayor rendimiento, y el de la deuda pública aumenta cuando se reduce la tasa de interés. 

El tipo de cambio promedio del mes que finaliza presenta un aumento de un 2.5% con respecto al de mayo, cuando se inició el proceso de flexibilización monetaria. Aunque este efecto no puede atribuirse exclusivamente a un aumento de demanda para el traspaso de inversiones hacia la moneda extranjera, hay que tomar en cuenta que entre el final de mayo y el 19 del mes en curso, los depósitos en moneda extranjera aumentaron en 2.3%, lo cual es consistente con lo esperado según la teoría del comportamiento de los inversionistas con expectativas de devaluación por encima del diferencial de tasas de interés, los cuales no toman en cuenta que el tipo de cambio actual está todavía por debajo del promedio del mes de enero, y del promedio del año 2021. 

Pero agréguese el aumento en los riesgos externos, y se concluirá que no es tiempo de más reducciones en las tasas de interés.