PUNTO DE MIRA

Publicidad mentirosa oculta ineficiencia

La ineficiencia del gobierno en el manejo de los servicios públicos es tapada con una inversión en publicidad nunca vista que destina más dinero a impedir que salga la verdad que a medicinas para enfermos pobres.

La estrategia del gobierno es la consabida formula alemana de mentir sobre mentiras. Al tiempo que compran bocinas para que propalen sus falsas promesas hay los que son pagados para que no digan lo que está ocurriendo con los diferentes servicios públicos mientras distraen la atención con diatribas y supuestos análisis de reuniones y acuerdos ficticios. El país está escandalizado al saber que la Junta Central Electoral usará como padrón electoral el censo elaborado bajo el gobierno de Leonel Fernández en el 2010 por entender que es más confiable que el actual.

Es una vergüenza hacer elecciones con cifras de hace 13 años cuando el año pasado se invirtieron miles de millones de pesos para un inconcluso censo que es una inversión del mismo corte que el muro fronterizo, la línea del metro, los puentes y carreteras, las plantas eléctricas o solventar los diferentes malestares en la educación pública. Otra prueba que este gobierno va sin rumbo es la circunvalación de Baní que se suma al rosario de promesas no ejecutadas.

El gobierno mezcla mentiras con promesas.

El mal manejo de los servicios públicos y la anémica inversión en obras estratégicas solo obedece a la incapacidad porque dinero de sobra tienen, pero pasan el tiempo sin dar pie con bola. La actual administración ha endeudado el país a niveles de escándalo sin nada que enseñar. Su joya de gobierno es el teleférico de Los Alcarrizos.

El gobierno de Luis Abinader ha duplicado la inversión en publicidad de su predecesor y para rematar tiene una caja chica adicional que son lo fondos de la Presidencia de la República que él se aumentó en más de 30 por ciento con respeto a los gastado del año pasado. En un año reeleccionista el candidato oficialista maneja a sus aires el cuarto presupuesto de la Nación.

En vez de medicina para los pobres Abinader invierte en la compra de funcionarios municipales y dirigentes de la oposición con mejores números que los del PRM.