EL BULEVAR DE LA VIDA

El PRM en el laberinto de su éxito

Por cada exitosa operación de conquista de alcaldes, legisladores o dirigentes de la oposición, el gubernamental PRM se enfrenta a la querella de su militancia que canta El Gran Combo: “No hay cama pa’ tanta gente”.

Como ya no existen lealtades partidarias ni ideológicas, el cambio de chaqueta es normal en la política dominicana. Ante tal escenario, nadie duda que el PRM seguirá obteniendo el éxito que en el pasado obtuvo el PLD, pero surge la pregunta: ¿habrá cama para tanta gente?

Los celos y recelos crecen en el PRM cada vez que un político opositor pasa a apoyar la repostulación presidencial. Así, la llegada de Bolívar Valera (El Boli) al partido de gobierno desbanca a un dirigente de esa organización de un posible puesto en el Gabinete, o de una candidatura a diputado, senador o alcalde. Y es que, dados los altos números electorales de El Boli en la provincia Santo Domingo, como el color negro el joven diputado y comunicador “pega con todo”.

Por los efectos de esa exitosa estrategia de captación de opositores, el PRM podría tener un mal dormir en las municipales de mayo. El asunto es sencillo: no hay cama para tanta gente.

Sin embargo, en el caso específico de la candidatura a la alcaldía DN, el partido de gobierno se enfrenta al escenario inverso: cama hay en el Palacio Consistorial de la Zona, lo que no hay es quien la ocupe con posibilidades de éxito, pues Rosa Carolina no está por la labor de repetir y Alfredo Pacheco confirmó que continuará en el Congreso. O sea que, -a menos que se le monte una candidatura express a Roberto Salcedo, padre-, a siete meses de las municipales el PRM no tiene un aspirante a Alcalde del Distrito con una aceptable intención de voto, lo que es grave, muy grave, dadas las conocidas negociaciones entre los dos PLD, que en lo municipal podrían ser solo uno.

De esas negociaciones podría surgir una candidatura unificada. Por ejemplo: Omar Leonel Fernández, príncipe heredero de la FP, podría ser candidato a diputado, a senador o alcalde, pero lo que no puede hacer es perder: el 2028 pasa por el 2024.

Para las municipales de febrero, el PRM podría pagar el precio de su exitoso “barrer pa’ dentro”. Queda pendiente saber si tendrá cama para tanta gente. ¡Que la Magdalena le guíe!