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¡Llegó la hora de actuar en Haití!

El secretario de general de la ONU, António Guterres, estuvo de visita a la República de Haití. Es la segunda oportunidad que un secretario general visita Haití, el primero fue Kofi Annan en agosto del año 2006, quien hizo una visita oficial que incluyó a República Dominicana.

Es importante recordar que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, visitó la República Dominicana los días 15 y 16 de julio de 2014, acompañado de una importante comitiva, inició su agenda con una visita a la casa de gobierno donde fue recibido por el presidente de la República y luego se reunió con la clase política, empresarios y sociedad civil.

El diplomático y expresidente de Portugal, António Guterres, escribió en su cuenta de Twitter un emotivo mensaje: No es momento de olvidar a Haití, e hizo un llamado a la comunidad internacional a seguir apoyando a Haití, incluyendo una fuerza internacional robusta que asista a la Policía Nacional Haitiana, que sigue bloqueada tras meses.

El más alto dignatario de la diplomacia global se reunirá con el primer ministro Ariel Henry y además conversará con miembros del Alto Consejo de Transición, líderes políticos, partidos políticos, miembros de la sociedad civil y personal de la ONU.

Secretario de la ONU

Secretario de la ONU

La realidad es que los diferentes presidentes dominicanos, en el último cuarto de siglo, han peregrinado de cumbre en cumbre y diferentes reuniones internacionales, clamando por la ayuda internacional, para solucionar la crisis haitiana, que se ha ido profundizando hasta convertir esa nación en tierra de nadie.

La crisis política y la economía están causando una crisis profunda y debilitando aún más esta empobrecida nación, que es un Estado fallido. La situación es complicada. Las pandillas de Haití secuestran, violan y asesinan a mansalva. Un río de sangre baña la tierra de François Dominique Toussaint Louverture.

La República Dominicana ha sido un país solidario y sensible con Haití, cuando el 12 de enero 2010, el terremoto que azotó a la vecina nación, afectando severamente a Puerto Príncipe, provocando un número estimado de 170,000 fallecidos y 200,000 heridos, y más de medio millón de personas perdieron sus hogares, nuestro país fue el primero en llegar, aportando soluciones a los problemas más urgentes, comida, medicina y reparando viviendas.

En consecuencia, es importante señalar que Haití, con una población de 11.5 millones de personas, es el país con el mayor nivel de pobreza del continente americano, es como si fuera una cicatriz en el rostro de las Américas, su índice de desarrollo humano 0,483, ocupa el lugar 163 de 196 países, la inflación 48.30 % marzo 2023, la crisis del sistema sanitario, la falta de seguridad ciudadana, la falta de instituciones públicas, todos estos factores impulsan la migración.

La situación del sistema sanitario haitiano debe ser abordada por la ONU, ya que existe una carencia de infraestructuras e insuficientes recursos asignados a este sector, el 48% de los hospitales están en el área metropolitana de Puerto Príncipe, afectado por el cordón de pandillas que le rodea, impidiendo el acceso de la población a buscar atención médica.

La evaluación de las necesidades multisectoriales, llevada a cabo en julio 2022, coloca el problema de salud en tercer lugar (44% de los hogares carecen de acceso al servicio), en primer lugar, la falta de alimentos 58% y de viviendas el 53 %, y según el ministro de Salud Pública y Población Dr. Alex Larsen, los 1,007 centros de salud el país, según se puede apreciar en el mapa sanitario del Sistema Único de Información Sanitaria (SISNU), 122 (22%) de las 571 secciones comunales no disponen de ningún servicio. Si a esto les agregamos el deterioro de la red vial (carreteras y caminos vecinales), falta de transporte y la inseguridad ciudadana, es una situación extremadamente critica.

Además de controlar las pandillas, la ONU debe dar prioridad al sector salud y alimentación en el actual contexto. Hasta que estos factores no se resuelvan la migración haitiana, hacia todas las direcciones será indetenible, fluyendo en mayores proporciones hacia República Dominicana, que no tiene capacidad para absorber más emigrantes haitianos, y el peso que significa al presupuesto de salud de RD.

He consultado al excanciller Miguel Vargas Maldonado, quien fue presidente en dos ocasiones del Consejo de Seguridad de la ONU, sobre el abordaje del problema haitiano y las posibles políticas a implementarse por la comunidad internacional, y nos comentó:

El problema haitiano tiene muchas aristas, República Dominicana, como país que le afecta en mayor medida, debe ser el más interesado en sus soluciones. Es nuestro segundo socio comercial, en tal virtud somos los llamados a hacer planteamientos concretos a la comunidad internacional, diseñar un plan amplio, abarcador y viable. Considera imperativo que el gobierno del mandatario Luis Abinader elabore una propuesta y la ponga en la mesa de la comunidad internacional.

El excanciller y presidente de la Internacional Socialista para América Latina, pone en primer plano, la ONU debe desarmar las pandillas y bandas haitianas, manifiesta, mientras estas sean dueñas de territorios en Haití, no puede haber paz, y en segundo lugar, organizar elecciones en el tiempo más breve posible, las cuales deben ser democráticas, transparentes, libres de injerencias, para restablecer el sistema democrático y el sistema de partidos.

En el plano bilateral República Dominicana y Haití, sugirió podemos asumir el “Acuerdo de Laredo” firmado en el 2018 entre República Dominicana y Haití, que despertó el interés Estados Unidos, quien dispuso de quince mil millones de dólares, para iniciar el proyecto, financiar la instalación de empresas de diferentes índoles, también se interesaron empresarios de la Unión Europea, Asia y hasta África, el cual incluye un presupuesto para su implementación del plan de desarrollo fronterizo, y la creación de un plan de corto y largo plazo.

Vargas Maldonado tiene una visión optimista de lo que representa la implementación de dicho acuerdo, y de manera muy elocuente nos dice que consiste en el desarrollo de una franja de 5 millas de cada lado, en la que se implementaría la construcción de empresas binacionales, comercios, construcción de hospitales, con la participación de la comunidad internacional, empresarios binacionales, alianzas públicas privadas.

Esto constituiría la “ZONA ESPECIAL DE DESARROLLO FRONTERIZO BILATERAL”, esto va a contribuir a generación de riqueza y generación de empleos, esta zona de amortiguamiento fronterizo será una verdadera barrera migratoria, y punto de desarrollo y grandes oportunidades para las dos naciones. Este acuerdo fronterizo está inspirado en el modelo entre Laredo en Texas, Estados Unidos y México. La comunidad internacional debe apoyar con su liderazgo, y República Dominicana y Haití, constituir una comisión de alto nivel bilateral, involucrando ambas cancillerías, los ministerios de economía y planificación, industria, trabajo, salud, educación, fomento industrial, entre otros.

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