EN ESPECIAL

El tortuoso camino del juicio político

La recomendación de juicio político de una comisión investigadora es un primer paso de un tortuoso camino, repleto de trampas políticas que podría conducir a ningún lado.

¿Existe convicción y decisión de los tres partidos que aportan votos, en cambiar a los actuales miembros de la Cámara de Cuentas? No lo creo, aunque el impacto del informe podría provocar renuncias como en 2008.

Hay discursos para las gradas electorales, pero las acciones distan mucho de lo que sale de la boca.

Hay partidos y grupos de intereses que prefieren al órgano de control paralizado, con reputación menguada que le imposibilite documentar casos de corrupción. Aprecian ideal la actual situación.

Al iniciarse las controversias alegadamente personales se planteó que el partido de gobierno no auspiciaría cambios que afectasen a “su” Cámara de Cuentas y se desarrollaron febriles mediaciones que se estrellaron en la cerrazón de los contrincantes.

Empero, al ventilarse que fue penetrada por intereses políticos y por sectores vinculados a casos de corrupción, cambió el tono de la discusión sobre posibles salidas y se asumió la posibilidad del juicio político, a partir de los horrores revelados por los miembros del pleno.

Llegamos forzosamente a la designación de una comisión especial, que arrancó luego de objeciones en su composición hasta el informe del sábado último, que es apenas el comienzo.

Para comenzar, convocados los miembros de la comisión especial de la Cámara de Diputados para votación, después de un aplazamiento, de 17, votaron 9 a favor del juicio político, 2 se abstuvieron y 6 ausentes. Se alegan faltas graves colectivas e individuales, a partir de documentos examinados y declaraciones de los investigados.

Entre los presentes y ausentes hay opiniones sobre alegada premura para la presentación del informe, acusación que rechaza el coordinador de la comisión, Rogelio Alfonso Genao Lanza.

Tobías Crespo, diputado de la Fuerza del Pueblo entiende que “los problemas pueden resolverse dentro del pleno.

Afirma que “no hay condiciones para que se pueda presentar un informe de cualquier tipo dentro de la Cámara de Diputados” y acusó al gobierno de pretender designar un órgano “a su antojo” por cuatro años.

Crespo acudió a la reunión como sustituto del titular Rubén Maldonado, quien presentó excusas.

Los comisionados del PLD “han dejado que las cosas fluyan”, sin abonar abiertamente ninguna de las posiciones que sustentaron en esquinas diferentes PRM y la FP.

Cuando se especula sobre las posturas de los miembros de la Cámara de Cuentas, se ubica a dos cercanos al PRM, uno a la FP, uno al PLD y un tercero, a los intereses de un exfuncionario de la administración Medina, en prisión preventiva por acusación de corrupción.

Los miembros de la Cámara de Cuentas son Janel Ramírez, presidente; Tomasina Tolentino, Elsa Peña, Elsa Catano y Mario Fernández.

¿Cómo el PRM, si existiese realmente la voluntad del juicio político y escogencia de otra cámara, reuniría los votos en medio de este proceso electoral?

El PRM y aliados reúnen alrededor de 105 votos, siendo necesarios 127, que constituyen las dos terceras partes de la matrícula que establece la Constitución.

El PLD, unos 57, podría aportar esos votos, sin que los 17 de la Fuerza del Pueblo dificulten la votación. En el Senado, los dos del PLD podrían sumarse a los 19 perremeistas para los 21 necesarios para la destitución y elección de nuevos miembros.

¿Estarían los peledeistas que decidieron alianzas solo con opositores, dispuestos a facilitarle el camino al PRM? ¿Cuál podría ser la negociación, si dieran el paso?

La situación es compleja en medio de un proceso electoral cada vez más rudo.

Siempre presente el temor de la vuelta al reparto…

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