TESTIGO DEL TIEMPO
¡Qué malos son!
Los republicanos del Congreso dicen que Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, se enriqueció traficando influencias presidenciales, evadió impuestos y violó leyes federales. Aseguran que su padre es “su cómplice”.
Hunter se declaró culpable de no pagar impuestos, el departamento de Justicia de su padre le perdonó violar leyes federales sobre compra de armas de fuego. Los republicanos aseguran tener pruebas contundentes que involucran directamente al presidente.
Si aparecen esas evidencias, tendremos un melodrama, desgarrador sobre adicción y el sufrimiento de la familia presidencial, millones con familiares adictos, se identificarán con ellos.
Se dividirá la nación.
Los muy buenos sentirán pena por la familia presidencial, devastada por las drogas, votarán para reelegir a Biden.
Los malos, realmente son muy malos, dirán que Hunter acumuló $230 millones traficando influencias, manipulando su adicción, protegiendo a su padre y principal fuente de ingresos.
¡Qué malos son!