enfoque
Dos cartas del coronel Caamaño
Dos cartas dirigidas por el coronel Francisco Alberto Caamaño al connotado periodista Ercilio Veloz Burgos, ambas fechadas en 1966, la primera del 11 de marzo y la segunda del 8 de noviembre, parecen –una vez disipado el humo de la guerra— dos relámpagos que proclaman una especie de fervor esperanzado.
Escritas en Londres, donde había ido a parar como Agregado Militar de la Embajada de la República Dominicana en Inglaterra, después de que en el desenlace de la Revolución de Abril de 1965, con la firma del Acta de Reconciliación Nacional y el Acto Institucional, los días 31 de agosto y 3 de septiembre, respectivamente, entregó la Presidencia Constitucional de la República Dominicana, en una solución de paz que incluía la elección como Presidente Provisional del doctor Héctor García Godoy y la convocatoria a nuevas elecciones.
“…si yo no hubiera salido de Sto. Domingo hubiésemos vuelto a la guerra, la guerra que todos conocimos, la guerra patria, pero la experiencia de los que han dirigido al pueblo y la responsabilidad que cargamos sobre nuestros hombros, nos obliga a tomar determinaciones que puede ser que no sean del agrado de los demás, no nos podemos dar el lujo de perder lo mejor de nuestra juventud…”.—Le dice Caamaño a Ercilio en la primera de las cartas.
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