Definitivamente la moda hasta cierto punto si incomoda. Llega como una pólvora a los lugares más recónditos que nuestra mente pueda llegar a imaginar.
Lamentablemente se ha puesto de moda vapear, en pocas palabras fumar, pero de una forma supuestamente más glamurosa, aunque en el fondo es lo mismo.
Vapear es inhalar el vapor creado por un cigarrillo electrónico u otro dispositivo para tal fin.
Cuando escucho la expresión "esta juventud no sirve para nada ", un día sí y el otro también me surgen muchas dudas, una de ellas es ¿Será que nos negamos a que los tiempos van cambiando? Yo no tenía las mismas inquietudes que mis padres, ni las mismas herramientas de apoyo para estudiar, tampoco mis hijas lo tendrán, porque serán otros tiempos.
¿Por qué no aceptamos estás diferencias?
¿No es más saludable ver el lado positivo del avance de los jóvenes que sí valen la pena, que son la mayoría, de ver las facilidades incluso que nos proporciona la tecnología?
En relación a esto, el mes pasado se hizo viral un vídeo de una comunión de una niña de 9 años, en España, donde resido. En el momento de mayor euforia, al abrir los regalos, la niña se encuentra con el ansiado obsequio, no fue un libro, una casa de muñecas, se encontró con varios vapeadores, de diferentes colores, sabores, etc...y para completar el pack de dejar de pensar con claridad, un smartphone de última generación.
Cuando terminé de leer la noticia cerré los ojos y me imaginé a esa niña vapeando, o sea, fumando tumbada en el sofá, teléfono en mano y viendo contenido de lo más insustancial.
Pero lo que más me llama la atención es que seguro esos mismos adultos que han tenido la flamante idea del regalo son los primeros que dicen "esta juventud no sirve para nada" ahora todo el mundo es pulcro y peor aún carente de asumir responsabilidades.
Esa niña no fue a comprar nada, se lo han puesto en bandeja, fueron esos mismos adultos que no pensaron ni un instante el mensaje que le están trasmitiendo, que le puede marcar en el presente y determinar su futuro.
Intentemos mirar lo bueno, dar un voto de confianza, pero sobre todo a educar con el ejemplo, por suerte existen aún jóvenes con otros intereses, inquietudes y con capacidad de análisis en positivo pero porque están y han sido acompañados por adultos responsables.