CONTANDO LOS HECHOS
Evaluación de áreas turísticas
Era el inicio del nuevo siglo, alrededor del año 2000, recibí una llamada de Peter Yesawish desde Orlando, Florida.
Peter era reconocido como el mercadólogo de turismo más prominente en todos los Estados Unidos de América y ya le había dado servicio de promoción y publicidad turística al país desde el año 1979.
De hecho, nos conocimos en el primer congreso de ITB al que asistió la República Dominicana en Berlín, Alemania en ese mismo año.
En esta ocasión, Peter mi dijo que su compañía de publicidad y mercadeo se estaba uniendo a la firma de auditores Ernst & Young para competir en un concurso abierto por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para evaluar algunos destinos turísticos de la República Dominicana y hacer las recomendaciones que resultaran pertinentes.
Me dijo que para ello iban a necesitar un socio local en República Dominicana y que yo era su principal candidato, que si me interesaría.
Discutimos las condiciones y nos pusimos de acuerdo para yo ser ese socio local.
Los destinos internos a ser evaluado, serían: La Romana-Bayahíbe, la ciudad de La Vega y Jarabacoa y la ciudad de Puerto Plata y su entorno.
Haríamos contacto con los clústeres turísticos existentes.
Peter me confirmaría semanas más tarde que habíamos ganado el concurso y que los técnicos de Ernst & Young harían contacto conmigo para coordinar todo el trabajo.
Al frente de ese grupo de técnico vendría el brasileño Rogerio Basso, quien hoy está al frente del departamento de turismo del BID.
En el caso de La Romana-Bayahíbe se llegó a estimar la posibilidad de recomendar un volumen más alto de habitaciones, sin embargo, al final esa idea se descartó porque podía desatar las ambiciones de aquellos que propugnaban por utilizar áreas playeras que estaban dentro del Parque Nacional del Este, y por ende protegidas.
El área de Jarabacoa ofrecía múltiples atractivos que fueron tenidos en cuenta para las recomendaciones que se hicieron.
En relación con Puerto Plata, este destino se había deteriorado ampliamente y requería una evaluación exhaustiva de sus diferentes componentes que implicaría el señalamiento de amplias recomendaciones para devolverla al sitial que le corresponde como uno de los destinos más completos y atractivos que tiene el país.
El trabajo se completó y se le entregó al BID, quien a su vez lo puso en mano de la entonces Secretaria de Estado de Turismo.
Por diversas razones las recomendaciones señaladas tomaron mucho tiempo en implementarse.
Hoy en día disfrutamos de un Puerto Plata renovado, atractivo y con mucha actividad turística. ¡Qué bueno!