El Gobierno prepara una cruzada para bajar precios de los alimentos

Mientras el aumento imparable del costo de los alimentos recorre como fantasma el planeta, castigando a todos sin excepción, a ricos y más especialmente a pobres, despertando inquietud y desequilibrios sociales, República Dominicana mantiene su cohesión social y su sistema democrático, tomando medidas para aminorar mitigar los impactos de estas alzas de precios. A escala mundial, los alimentos están subiendo y dejando sus marcas en casi todo, afectando los bolsillos de la población, pero definitivamente es el precio de la comida que golpea con mayor dureza. Se siente en todos lados, desde las grandes economías como Estados Unidos o los países de la Unión Europea, hasta los países más pobres situados a ambos lados de los hemisferios.

Por tanto, este fenómeno no es único de República Dominicana, que sí se ha constituido en un ejemplo en el mundo, por su buen desempeño para evitar una crisis más profunda, aun en medio y después de la pandemia de coronavirus y los efectos de la guerra ruso-ucraniana que desestabilizó las cadenas de suministro mundial de alimentos.

En el ámbito global, los índices de precios de los alimentos publicados mensualmente por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) han estado bajando continuamente en los últimos 12 meses hasta marzo 2023, mientras los precios de los fletes ya regresaron a sus niveles normales. Sin embargo, esto no ha sido suficiente para ver reducciones en los precios locales de materia primas y otros productos terminados de importación.

Ante esta situación, el Gobierno dominicano se prepara para lo que se vislumbra como una sostenida cruzada para estimular factores que logren una disminución de precios. Estas acciones podrían estar orientadas a desencadenar una reducción en los costos de alimentos, e insumos y materiales de la construcción, lo que garantizaría una mayor reaceleración del crecimiento económico, en un momento cuando también se han logrado importantes incrementos en los salarios mínimo en el sector privado no sectorizado (abril 2023), en las zonas francas (mayo 2023) y en el sector turismo (junio 2023).

Hay casos específicos, como el aceite, que desde enero de 2021 a junio 2022 tuvo un aumento en su costo y luego se redujo, aunque esto no se ha reflejado en el consumidor. Los productores agrícolas e importadores son sectores clave que marcan la línea de precios finales. Constituiría un paso positivo concretar un encuentro que conduzca a una disminución de precios.

Los pasos concretos tendrían que ver con ajustes impositivos, selectivos y temporales, la reducción o bien eliminación del Impuesto sobre Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) en productos alimenticios o de higiene personal. Otras medidas que se contemplan son la activación de acciones de Proconsumidor para conseguir una reducción real de los precios.

Mientras, el programa “A Comer: del Campo al Colmado” se constituiría en un mecanismo que podría contribuir a la unidad de productores agrícolas y comerciantes para abaratar los precios de 16 productos de la canasta básica.

Un detalle alentador en medio de este panorama de dificultades económicas indica que la agropecuaria ha incrementado de manera considerable su producción.

En consecuencia, el arroz aumentó de 13.1 millones de quintales producidos en 2019 a una producción de 14.7 millones de quintales en 2022. Mientras, desde 2019 la producción de plátano ha crecido de 2.5 millones de millares a 2.8 millones de millares. La producción de invernaderos ha pasado de 1,5 millones de quintales en 2019 a 2.2 millones de quintales en 2022. Asimismo, la producción local de tabaco aumentó de 122,000 quintales en 2019 a 223,000 quintales en 2022, convirtiendo así a la República Dominicana en el mayor exportador de cigarros del mundo.

Por ahora se reconocen los grandes esfuerzos desde el Gobierno que, ante las dificultades económicas imperantes en la población, está apoyando al sector agropecuario para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional del país. Y es que, en el caso dominicano, el sector agropecuario tiene el enorme reto de alimentar a 3 países: la República Dominicana, el vecino país de Haití, y el sector turismo.