El dólar y su opción digital, ¿en curso?

La Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Board of Governors of the Federal Reserve System) está socializando, desde el pasado 20 de abril del 2023, el documento “Dinero y pagos: el dólar estadounidense en la era de la transformación digital: resumen de los comentarios públicos”.

Dólar estadounidense.

Dólar estadounidense.

Explican que se trata de un resumen de “los envíos de comentarios recibidos en respuesta a las 22 preguntas planteadas en el documento «Dinero y pagos», organizadas en torno a las áreas temáticas de referencia, y destaca “los beneficios, los riesgos u otras consideraciones planteadas por múltiples comentaristas”.

El precitado documento invita al público a participar, y resume “el estado actual del sistema de pagos nacional y analiza los diferentes tipos de métodos y activos de pago digital que han surgido en los últimos años, incluidas las monedas estables y otras criptomonedas”.

Destaca, sin embargo, que “no favorece ningún resultado de política”, y que su objeto es examinar “los posibles beneficios y riesgos de una BCDC” —moneda digital del Banco Central de los Estados Unidos— e identificar “consideraciones políticas específicas”.

Aunque los consumidores y empresas “han retenido y transferido dinero” de forma digital, “a través de cuentas bancarias, transacciones en líneas o aplicaciones de pago” —explica— las actuales formas de dinero digital son pasivos de entidades privadas como los bancos comerciales.

Es en lo que diferiría el dinero digital actual de una DBDC: Esta constituiría “un pasivo de un banco central, como la Reserva Federal”.

La Reserva Federal no excluye la posibilidad de que aunque “puede haber desventajas”, también hay ventajas: una CBDC proporcionaría “una opción de pago digital segura para los hogares y las empresas” si el sistema de pagos “continúa evolucionando y resulta en opciones de pago más rápidas entre países”.

Entre las dificultades a superar también señalan “cómo garantizar que una CBDC preserve la estabilidad monetaria y financiera, además de complementar los medios de pagos existentes”; cómo preservaría la privacidad de los ciudadanos y combatiría las finanzas ilícitas.

A las preguntas sobre qué es la moneda digital del Banco Central estadounidense (CBDC), la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal responde que se trata de una forma digital de dinero ampliamente disponible para el público en general.

Como todo dinero, es un pasivo del Banco Central que existe en forma de saldos digitales en poder de los bancos comerciales en la Reserva Federal.

La CBDC sería diferente a esa modalidad de dinero digital ya en uso por ciudadanos, empresas y entidades bancarias, aplicaciones de pago y transacciones en línea. ¿La diferencia? Sería una responsabilidad de la Reserva Federal, no de un banco comercial.

Ante la opción de una OBDC, la Reserva Federal continuaría garantizando la seguridad y disponibilidad continuas de efectivo porque “está considerando una BCDC como un medio para expandir las opciones de pago seguras, no para reducirlas o reemplazarlas”. Aunque, insiste, “no ha tomado ninguna decisión sobre la emisión de una” moneda digital del Banco Central, lo cual sólo sería posible al amparo de una ley aprobada por el Congreso estadounidense.

La posibilidad de emitir dicha moneda está en estudio, para determinar cómo mejoraría “un sistema de pago interno de EE UU que ya es seguro y eficiente”. Resultaría de la exploración en curso que los bancos centrales de todo el mundo llevan a cabo para determinar los beneficios y potenciales riesgos de emitir monedas de este tipo.

Ante sus ostensibles beneficios derivados de la tecnología, la entidad reguladora monetaria de USA considera que su emisión podría plantea riesgos e importantes cuestiones de política, incluida cómo afectaría “la estructura del mercado del sector financiero, el costo y la disponibilidad del crédito, la seguridad y estabilidad del sistema financiero y la eficacia de la política monetaria”.

Debería, en contraparte: a) “Proporcionar beneficios a los hogares, las empresas y la economía en general que superen cualquier costo y riesgo; b) producir tales beneficios de manera más efectiva que los métodos alternativos; c) completar, en lugar de reemplazar, las formas actuales de dinero y los métodos para proporcionar servicios financieros; d) proteger la privacidad del consumidor y e) proteger contra la actividad criminal y contar con un amplio apoyo de las principales partes interesadas.