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Relevancia del medioambiente en el intercambio comercial
Luego de iniciada la reducción arancelaria y con el auge de los Acuerdos Preferenciales de Comercio, surgen acuerdos de tercera y cuarta generación, que además de promover el intercambio de bienes y servicios, fomentan el que este intercambio sea amigable con el medioambiente y que las relaciones laborales derivadas del mismo sean justas.
En ese sentido, el DR-CAFTA ha logrado consolidar la exportación de bienes dominicanos a los Estados Unidos, así como la captación de inversiones en nuestro país, debiendo proteger estándares mínimos en las áreas ya mencionadas. De no cumplirlos, corre el riesgo de ser demandado y de prohibirse el intercambio comercial de los productos en cuestión, significando para el país en falta millones de dólares en contratación de abogados, viajes, defensa, además del tiempo requerido para preparar esa defensa y disminución de su cuota en el mercado.
Tenemos ya en la restricción de exportación de azúcar a los Estados Unidos para una empresa dominicana, un ejemplo concreto sobre el gran perjuicio que significa para nuestras exportaciones el no cumplir, o no documentar de manera adecuada las acciones tomadas en estas áreas.
El mismo DR-CAFTA ha establecido limitantes al libre comercio. La Ley 147-00 y 12-01, reforzado por el Decreto 671-02, establece la prohibición de importar electrodomésticos usados, y vehículos que tengan 5 años (o más) de uso, para proteger el medioambiente y la biodiversidad.
Nuestro país ha hecho el compromiso de reducir en un 27% los gases de efecto invernadero para el año 2030, en cumplimiento al Acuerdo Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y al Acuerdo de París, incorporados a toda normativa en materia comercial.
Por igual, a la hora de exportar, los mercados de destino de nuestros productos (especialmente de la Unión Europea), ya han establecido exigencias de responsabilidad social empresarial con la solicitud de documentación adicional sobre el trato justo a los empleados que han contribuido con la elaboración del bien final, así como la utilización de normas ambientalmente sostenibles en las distintas etapas del proceso. Tal es el caso de Alemania, que desde enero del presente año exige certificaciones en este sentido.
El cumplimiento de estas medidas no es a futuro, es ya el presente del comercio mundial.
*La autora es experta en temas de comercio, inversión y políticas públicas, con más de 20 años de experiencia en estos temas. Fue Viceministra de Comercio Exterior de la República Dominicana por 8 años, coordinando los temas relacionados a las normas de la OMC, DR-CAFTA y la Unión Europea.