Opinión

La paz no puede turbarse

Vinicio A. Castillo SemánSanto Domingo

Hoy es 24 de abril, día de la conmemoración del inicio de la revolución y derrocamiento del triunvirato hace 58 años. El alzamiento de un grupo militar que pretendió reponer a Bosch, casi dos años después de ser depuesto por los militares con apoyo de EU, produjo una división de las Fuerzas Armadas y la entrega de armas al pueblo.

Igualmente, hoy se conmemora un aniversario más de la matanza de 1984 en que cientos dominicanos inocentes perdieron la vida en una poblada provocada por ajustes económicos recomendados por FMI al gobierno de Salvador Jorge Blanco.

El alza de todos los precios de artículos de consumo básico, produjo el estallido social generalizado en que la Policía Nacional perdió el control y los saqueos a comercios se generalizaron, llevando en horas al país al caos. Esta situación motivó que el gobierno de turno ordenara al ejército reprimir a la población para imponer el orden a cualquier costo. Oficialmente 125 murieron, pero fueron muchos más en lo que se conoce como una de las páginas más tristes de nuestra historia.

Hoy, 39 años después, existe un llamado a paro en 14 provincias del Cibao para protestar por el alto costo de la vida y otras demandas.

Las protestas en democracia son legítimas y existen muchas razones para protestar, siempre y cuando los paros y huelgas sean pacíficos y ordenados.

El peligro de este paro o huelga de hoy es la posibilidad de que puedan ser infiltrados por antisociales y personeros del narco para producir muertos y desórdenes.

Nadie puede ignorar que el poderoso grupo de poder que gobernó RD hasta el 2020, se siente cercado y acorralado con la potencia de grandes expedientes de corrupción que han llevado a sus personeros más connotados a la cárcel.

Hay gente apostando a la ingobernabilidad y al caos para procurar impunidad. El gobierno y los dominicanos sensatos de todos los partidos deben estar atentos y unidos. Tenemos muchos problemas y reclamos justos, pero nuestras diferencias debemos resolverla en paz y democráticamente en urnas, en elecciones que están al doblar de la esquina, a un año.

Que nadie ose turbar la paz nacional de RD. Y mucho más importante en momentos en que el país vecino es caos y desorden en manos de bandas criminales.

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