Papá Severo
Hace justamente un mes que falleció monseñor Juan Severino Germán. Pasa a la historia con el nombre de “papá Severo” porque fue un padre para muchos.
Por eso, con razón a los sacerdotes se les llama “padre” porque han de manifestar esa paternidad, tal como lo hizo Severino.
Fue una vocación tardía, me llevaba diez años de edad y lo conocí en el seminario.
Su testimonio es hermoso, ya que tenía amores y estaba para casarse con su novia.
Y ante el llamado de Dios, dejó todo y siguió la vocación sacerdotal. Vivió plenamente su sacerdocio.
La fidelidad a esa vocación hace que él sea un referente sacerdotal y un “papá” para muchas personas.
¡Sigue descansando en paz, papá Severo!
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.