Retomando el camino
La celebración católico-cristiana de la Semana Santa queda atrás. Es un punto imaginario que marca un antes y después, una forma de la sociedad de establecer –al igual que con la Navidad y Año Nuevo- lo que podríamos enmarcar en el principio y la segunda parte del del año. Los dominicanos iniciamos, entonces, el camino a enfrentar los retos que tenemos por delante en los próximos tres trimestres del 2023:
• La recuperación de la economía, hasta ahora relativamente estable con un control de la inflación, apreciación del peso dominicano, una reactivación, en ascenso, del turismo, que enfrenta ahora los efectos que tendrá la decisión de la OPEP de reducir su producción de petróleo en alrededor de un millón de barriles diarios, lo que se va a reflejar, inevitablemente –y ese es el propósito anunciado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo- en aumentos en los precios que llegan a los consumidores.
• Los efectos del mantenimiento de los subsidios –en especial el de los combustibles- que recibe gran parte de la población más pobre por los efectos de la pandemia, unido a los aumentos de la nómina pública y los salarios, reduce considerablemente los fondos para gastos de inversión del Gobierno, enrrareciendo el movimiento de la economía.
• El incremento del proselitismo político de cara a las elecciones del 2024, se proyecta entre partidos y aspirantes dado la cita para las primarias del primer domingo de octubre, cuando deben escogerse los candidatos.
El ruego y la esperanza es porque persista la paz social, la tranquilidad política y el ‘mágico’ manejo de la economía, para que podamos sortear el reto.