El sonido de la música
Através de la música se escuchan los suspiros del amor y desamor; y en sus notas, se plasman no solo los amoríos, sino aquella familia o aquellos amigos que nos irradian un afecto insustituible. La música es el lenguaje del espíritu y su melodía la brisa juguetona hace temblar las cuerdas, llamando a la puerta del sentimiento los recuerdos expresados a través de ella. Sus matices provocan melancólicas nostalgias que hasta nos hacen llorar por un ser querido, o sonreír por la paz que Dios nos brinda.
El lenguaje del espíritu cantó su gloria en la soledad, movió el corazón de los reyes y las delicadas flores las colocó a merced de los vientos.
El trino de los pájaros nos despierta al amanecer y esta melodía alcanza su sublimidad cuando el aire hace que las flores del campo hablen a los árboles y el murmullo de los arroyos nos brinde la tranquilidad que solo ellos pueden dar.
¿Qué pensar de las olas del mar cuando tocan las playas delicadamente; la música de la lluvia cuando cae sobre las hojas de los árboles y nos tocan la ventana? Su música inconfundible nos hace conciliar el descanso.
En definitiva, el sonido musical es una simbiosis del alma y la naturaleza, cuando conversan sin necesitar las palabras. La música interpreta el corazón humano cuando emana el fruto del dolor, pero igual, la alegría.