Roodhaan: un holandés al timón de la Compañía
Y a en su niñez, a Jan Roothaan le marcó el pertenecer a una minoría católica en la calvinista Holanda. Bajo el sabio David Jacob Van Lennep se destacó en el estudio lenguas clásicas y semíticas. Roothaan mantuvo su amistad con el no católico Van Lennep durante toda su vida. Roothaan fue formado por exjesuitas. La Compañía estaba suprimida desde 1773. Practicó su catolicismo en una iglesia clandestina.
Con 19 años entró jesuita en 1804 en la Rusia Blanca. Era apreciado como predicador. En 1829 lo vemos dirigiendo un internado en Turín. Fue electo general el 9 de julio de 1829. El Vicario del general anterior, Fortis, le comunicó los deseos de Pío VIII: no acepte demasiadas obras, así no tendrá que admitir candidatos mediocres; espere ocho años para abrir nuevos colegios; enfóquese en la formación intelectual de los jesuitas e introduzca en el modelo educativo jesuita (la Ratio Studiorum) materias como geografía e historia.
La Congregación General le exhortó a mantener la enseñanza de la escolástica y el latín como lengua oficial para toda la formación de la Compañía; a fomentar la identidad de la Compañía creando la Biblioteca de los escritores jesuitas y a cortarles las alas a los jesuitas que quisieran publicar sobre las nuevas cuestiones filosóficas y teológicas.
En sus cartas, Roothaan pidió a los jesuitas que fueran modestos y evitaran la competencia con otros institutos religiosos. El General se alegraba con el aumento de las vocaciones, pero temía que si las obras aumentaban se relajarían los criterios de admisión.
En 1832 confirmó la Ratio Studiorum con algunos pequeños cambios. Roothaan desconfiaba de las novedades pedagógicas.
En 1834 Roothaan insistía en que los Ejercicios Espirituales eran el mejor medio para reforzar el espíritu de la Compañía. “Roothaan constaba que demasiados jesuitas no conocían en realidad los Ejercicios”. A él se deben varias ediciones mejoradas de los Ejercicios Espirituales y que ocupasen el centro de la espiritualidad de la Compañía, insistiendo en la fidelidad al texto. Con el apoyo de Roothaan se fundó en Roma el Apostolado de la Oración en 1837 durante una epidemia de cólera. Cuando asumió su cargo, los jesuitas eran 2,137, al morir en 1853 eran 5,209 (Diccionario Histórico SJ)
Estudiemos a Roothaan y la Compañía en tiempos de Gregorio XVI y Pío IX.