Dolorosa
“Dolorosa, de pie junto a la cruz, tú conoces nuestras penas, penas de un pueblo que sufre…” Así canta nuestro pueblo en este día y durante todo el tiempo de Cuaresma, en honor a Aquella que estuvo firme al pie de la cruz del Hijo. Si decimos que Jesús sigue sufriendo en los cuerpos y en las almas de los seres humanos que padecen diferentes males, entonces tenemos también que afirmar que, a los pies de los hombres y mujeres que sufren, también está la Madre dolorosa que, como toda buena madre, nunca desampara a sus hijos.
La dolorosa se hace una con el pueblo adquirido por la sangre de su Hijo. Por eso a Ella acudimos en este día para que, como nos enseña la Iglesia, Ella siga rogando por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.