Mes de la Mujer y enfermedades cardiovasculares
Hace poco se consideraba que las enfermedades cardiovasculares eran un problema de un gran predominio y exclusividad del hombre y se le prestaba poca atención en la mujer. La mayor preocupación respecto a las féminas se centraba en los cánceres, muy especialmente de mama y de los órganos propios de las mujeres; hasta que se demostró que de cada 10 mujeres que fallecen 8 son por causas cardiovasculares.
Realmente existen diferencias entre ambos, ya que algunas están presentes en la mujer antes de que haya manifestaciones clínicas.
Algunas de estas características más acentuadas en las mujeres:
Las mujeres hipertensas presentan más derrame cerebral, más hipertrofia ventricular izquierda e insuficiencia cardíaca diastólica.
Mayor prevalencia de hipertensión arterial, entre mujeres que tuvieron cifras elevadas de presión arterial en los embarazos previos.
Con frecuencia presentan dislipidemia caracterizada por el aumento de triglicéridos y descenso del colesterol bueno (C-HDL), pero tras la menopausia aumentan los valores del colesterol total.
Durante los embarazos y la menopausia hay alteraciones de la actividad plaquetaria, los factores de coagulación y la actividad fibrinolítica que favorecen la aparición de complicaciones trombóticas (coágulos).
Muchas favorecen la obesidad y el sedentarismo por su estilo de vida y además generan más ansiedad y estrés. En las más jóvenes fumar es el factor de riesgo más preocupante.
En la composición de la placa de ateroma hay gran influencia de la concentración de estrógenos, así como en la función vascular de los pequeños vasos, por lo cual es más frecuente la enfermedad coronaria no obstructiva.
CON LA EDAD
El riesgo de enfermedades cardíacas para las mujeres aumentan después de la menopausia, pero las mujeres jóvenes también pueden desarrollar enfermedades del corazón.
MÁS PROPENSAS
El síntoma más común de un ataque cardíaco en las mujeres es la incomodidad del pecho, pero se puede tener un ataque al corazón sin dolor o presión en el pecho. Y las mujeres son más propensas que los hombres al tener otros síntomas como dolor de espalda, dolor de mandíbula, falta de aliento, indigestión, náuseas y vómitos.