Voces de oro en las noticias
Esta generación ignora cómo eran los noticiarios que se producían en la radio dominicana de los años 60, 70 y 80 y quienes eran sus protagonistas.
Para esa época, las estaciones Radio Mil, Radio Popular, Radio Comercial y Radio Universal (estas eran las más notables), realizaban 3 emisiones de noticias que se producían en la mañana, al mediodía y en la tarde. En esa época estas eran las fuentes predilectas que tenía la población para informarse y de ahí su gran valor social para los dominicanos. Ellos llenaban el vacío que dejaban durante todo el día los periódicos de circulación nacional.
Noti Tiempo inició sus emisiones en el 1959, Radio Mil Informando en el 1962, Radio Reloj Nacional en el 1965 y Noticiario Popular en el 1976. Estos noticiarios, además, contaban con excelente cobertura a nivel nacional y con un selecto equipo de locutores cuya dicción, voz y precisión, hacían de este oficio un verdadero espectáculo. Eran artistas de la lectura de noticias.
Dichos espacios también ofrecían avances de noticias que eran para la época una especie de primicias noticiosas.
Fernando Valerio, Bueno Torres, José Bejarán, Joaquín Jiménez Maxwel, Wilfredo Muñoz Johnny García, impusieron un estilo único que le dio una verdadera identidad a Radio Mil Informando.
Lo propio hicieron los locutores de Noticiario Popular y Noti Tiempo. Hablamos de Pedro Pérez Vargas, Lilín Díaz, Héctor Olivo, René Alfonso, Juan Nova Ramírez, Freddy Ortiz, Norma Graveley, Reinaldo Balcácer, George Herrera, Miguel Núñez, Wilfredo Alemany, Magalys Santana, Francis Javier, Juan Fco. Vendía, Víctor Gómez, Eduardo Santana, Johnny Díaz, Darío Aracena, Alex Salas, Félix Nova, Ray Carrión y otros que los años han borrado de mi memoria. Este maravilloso grupo formaba un círculo de excelencia al que esta generación desconoce. Pienso que tanto el Círculo de Locutores Dominicanos como el Ministerio de Cultura deberían inmortalizar a estos hombres agrupando sus voces en un museo que perpetúe sus nombres y los coloque como glorias de este trabajo al que todo el país debería recordar y reverenciar por siempre. No solo por su grandeza como locutores y su estelaridad, sino por la excelencia de una labor que significaba mucho para la población de entonces.
Muchos de ellos, lamentablemente, ya han fallecido sin recibir un justo reconocimiento por su labor profesional y esta sería una magnífica ocasión para que sus nombres y sus voces no se olviden y queden para siempre en la historia de la locución del país. Y al mismo tiempo un acto de justicia que vivos y muertos se ganaron con su talento y consagración.