Miami y nuestro deporte país
Miami, puerta de entrada de Latinoamérica por sus extensas conexiones aéreas y atracciones turísticas y de compras, entre otros, ha sido declarada por los fanáticos, capital de los países amantes del béisbol en nuestro continente por 15 días.
El llamado torneo Clásico Mundial no solo colapsó los servicios migratorios el sábado pasado, trajo una algarabía más allá de lo usual en todo el condado de Dade y áreas circundantes. Los parqueos en los alrededores del estadio cobraban desde 30 a 100 dólares, y estaban a tope. Lo sé porque una orgullosa abuela dominicana, en mi vuelo de regreso el domingo, me dijo con orgullo que su nieto, con planes de matrimonio, había convertido el jardín de la casa en parqueo con magros beneficios.
Dominicanos, venezolanos, puertorriqueños, nicaragüenses de todas las clases sociales, han aupado la economía del turismo en la ciudad del sol.
Ahora, lo que más me ha llamado la atención ha sido la reafirmación de fe que ha hecho el béisbol como deporte-país de la República Dominicana. La asistencia del Presidente Luis Abinader para lanzar la primera bola, no solo se convirtió en historia, fue una reafirmación de mi aseveración. La presencia de nuestros héroes deportivos Pedro Martínez, David Ortiz y Albert Pujols le dio notas gloriosas con sabor a himno nacional. El compromiso de los jugadores nativos con su laar patrio ha sido un bálsamo. Ver jugar a ese equipo todos estrellas juntos, en un solo partido, ha sido el paraíso sonado.
La afirmación presidencial de que una alianza público-privada permitirá que en pocos años recibamos juegos de la MLB es una aspiración que satisface a la mayoría de los dominicanos.
La nota inesperada a todo esto que vivimos fue el comentario al final del primer partido contra Venezuela, de todos los dominicanos con quienes me crucé, conocidos o no, que afirmaban, “venir de tan lejos para perder”. Hoy la victoria mucho a poco contra Nicaragua nos enorgullece y llena de fe.
Esperamos en la ciudad de Santo Domingo, capital del turismo del Caribe y CentroAmerica un Clásico Mundial en 4-8 años. Es nuestra mejor apuesta al turismo deportivo en el país, como la ha sido tan exitosamente el turismo de salud. Gracias a mi amigo Elio Martínez de Gray Robinson por su inolvidable invitación. Ya la reciprocare en Santo Domingo, convertida en capital del béisbol, en unos pocos años.
El autor es abogado y experto en turismo