Opinión

Volvamos a la honestidad

Mons. Ramón Benito de la Rosa y CarpioSanto Domingo

La Cuaresma que vivimos los cristianos, y que se convierte en una práctica necesaria para todo ser humano, no llama constantemente a la conversión, al cambio de vida.

Los obispos dominicanos, junto a todos los agentes de pastoral del país, hemos dedicado especialmente este año a reflexionar sobre el valor de la honestidad.

Si unimos ambas cosas, entonces podremos decir que la conversión no es otra cosa sino el volver a ser honestos frente a Dios, frente a los demás, de frente a nosotros mismos. Presentarnos como somos, haciendo uso correcto de la vida y los talentos que Dios ha puesto en nuestras manos, es volver a ser honesto, es convertirnos de corazón. Hasta mañana, si Dios,

usted y yo lo queremos.

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