Opinión

Corazones bucólicos

Víctor Corcoba HerreroSanto Domingo

“Nuestra tarea de custodia debe estar presente a todas horas, preservando los inciensos nativos y reconstruyendo zonas para todos los corazones labriegos”.

Los pasajes vivenciales no son más que un manto silvestre de aromas que nos resucitan cada día, lo que requiere de nosotros unos hábitos saludables y un deseo de vivir, desvividos por preservar los hábitats naturales, para poner a nuestro planeta en el camino de la curación y para situarnos también nosotros, los humanos, en una labranza de sueños hacia sí mismo, previo talar los árboles de la soberbia, entregándonos para que el mundo llegue a ser un poco más celeste y la biosfera no acabe en un final desastroso. Indudablemente, la supervivencia es algo más que un itinerario, es una mística gozosa que nos interroga tras la contemplativa, de manera que nos vuelve poesía ante tanta belleza de fauna y flora natural. De eso se trata, de retornar al verso, floreciendo nuevamente la nobleza del ser humano, que es lo que en verdad nos hace proteger con éxito la biodiversidad, como auténticos poetas en guardia permanente.

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