El intento de vender Isla Catalina

Apenas era un mozalbete trabajando en Protocolo del Palacio Nacional, cuando un día, por el año de 1987, me corresponde recibir unos inversionistas turísticos, junto al entonces Secretario de Estado de Turismo, quienes iban a visitar al Presidente Joaquín Balaguer.
Entré antes que los visitantes al Despacho del Presidente para primero ubicar al gobernante en el sofá y luego hacer pasar la visita. Permanecí como de costumbre en el Antedespacho esperando el final de la reunión.
Cuando se están despidiendo me llaman para que entre y los conduzca fuera de la sala. Pero me percato que el secretario no salió con ellos y me devuelvo solo a preguntar si se iba con ellos o se quedaba.
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