Los enfermos
El misterio de la cruz de Cristo lo vemos claro en el dolor de cada enfermo. Por ello, oremos y acompañemos siempre a nuestros enfermos.
Percibimos que cada enfermo que sufre necesita aliviarse, y más que eso, necesita sanarse. Por eso buscamos médicos y trabajamos para que haya medios para ayudarles y seguros que respondan. Aparte de buscar médicos y medios, oramos, porque así nos enseñan las Escrituras: Vayan donde el médico y oren por los enfermos.
También la compañía y el amor hacen parte de la medicina y son necesarios para aliviar las dolencias y padecimientos de los enfermos.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo queremos.