La provincia Santo Domingo (2)
La provincia Santo Domingo ha tenido en los últimos años un crecimiento poblacional y urbanístico impresionante, producto del crecimiento de la economía desde la década de los 90 y el envío de remesas de los dominicanos que viven en el exterior.
En el año 2020, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), República Dominicana recibió 8 mil 219 millones de dólares por concepto de remesas familiares, enviadas fundamentalmente de Estados Unidos (82.7%), España (8%), Haití (1.11%), Puerto Rico (0.96%), Italia (0.92%), Suiza (0.70%), Canadá (0.55), Francia (0.43%), Alemania (0.47); Panamá (0.28%) otros (3.854).
De esta cantidad de remesas, la provincia Santo Domingo recibió el 8.3%, es decir 682 millones de dólares, equivalente a 36 mil 828 millones de pesos, a una tasa de 54 pesos dominicanos por un dólar.
La recepción de estas remesas impactó de manera directa el desarrollo de la construcción en la provincia. Cada día se edifican en la zona grandes torres, viviendas unifamiliares y plazas comerciales. En el 2020 se otorgaron un total de mil 23 licencias de construcción al sector privado.
De esta cantidad, 241 se entregaron a la provincia Santo Domingo (19%). El área total general construída en ese año fue de 5 millones 488 mil 350 metros cuadrados, de los cuales 1 millón 775 mil 888 metros cuadrados correspondieron a la provincia Santo Domingo (24%). La inversión total en el sector de la construcción privada en el 2020 fue de 83 mil 904 millones pesos dominicanos. De esta cantidad, se invirtieron en la provincia Santo Domingo la suma de 24 mil 420 millones de pesos (23%).
El desarrollo de la hotelería es otro aspecto a destacar en la provincia Santo Domingo. A nivel nacional, en el año 2020, se registraron 905 establecimientos con 35 mil habitaciones. La provincia Santo Domingo disponía en ese momento de 110 establecimientos y 3 mil 318 habitaciones.
Ante todo este crecimiento y desarrollo, el desafío es cómo el Estado puede proveer servicios escenciales: agua potable, electricidad, disposición de residuos sólidos, disposición de aguas residuales, servicio de transporte público, construcción de nuevas avenidas, túneles y pasos a desnivel, entre otros servicios.
En el caso del agua potable, las fuentes de producción de la provincia Santo Domingo son superficiales y subterráneas. Las superficiales la suplen la presa de Valdesia, el Rio Haina-Manoguayabo, Rio Duey, La Isabela y el Acueducto de la Zona Oriental. Estas fuentes produjeron en el año 2020 más de mil 270 millones de metros cúbicos de agua. En cambio, las fuentes subterráneas que están ubicadas en Sábana Perdida, Mata-Mamón, Los Morenos, La Catalina, La Joya, La Caleta, Brujuelas-Casuí y otros sistemas sectoriales, aportaron en el 2020 más de 399 millones de metros cúbicos de agua.
La Oficina Nacional de Estadísticas (ONE-2020), establece que las aguas producidas fueron facturadas a 387 mil 562 clientes. De esta cantidad, 315 mil 817 hogares recibieron más de 188 millones de metros cúbicos; 25 mil 902 establecimientos comerciales recibieron más de 39 milllones de metros cúbicos; 941 industrias recibieron más de 15 millones 900 mil metros cúbicos; las instituciones oficiales (1884), recibieron más de 22.9 millones de metros cúbicos. Otros sectores recibieron más de 40.9 millones de metros cúbicos.
La prestación de servicios privados en el área de las telecomunicaciones ha ido creciendo en la provincia Santo Dominigo, en todos sus municipios y distritos municipales. El “Informe República Dominicana en Cifras al 2020”, revela que la provincia Santo Domingo contaba con 168 mil 937 mil suscriptores de televisión restringida o por cable; 287 mil líneas en operación de telefonía fija y 313 mil 364 líneas de internet contratadas.
La provincia Santo Domingo, con una población proyectada de 3 millones 103 mil 108 habitantes al 2024, demanda que desde el sector público, se planifique las inversiones necesarias para proveer los servicios que demanda el crecimiento acelerado de la población y por consiguiente de las construcciones que se realizan en la provincia. La marginalidad y el hacinamiento pueden evitarse, si se planifican las inversiones de manera correcta y oportuna.