Opinión

Pedernales

El país celebra el inicio, el pasado domingo, de la construcción de dos hoteles del Proyecto de Desarrollo Turístico Pedernales-Cabo Rojo, bajo la responsabilidad del Fideicomiso Pro-Pedernales y de la Dirección General de Alianzas Público Privadas (DGAPP). Las infraestructuras, con un costo de 240 millones de dólares y que en una primera etapa aportarán 1,100 habitaciones a la oferta turística nacional, constituye un anhelado ejercicio de reivindicación para una zona que es paradisiacamente privilegiada pero espantosamente empobrecida. Y es que, aparte de la llegada de turistas, los hoteles que regentearán las multinacionales Iberostar e Inclusive Collection Part of World of Hyatt, generarán puestos de trabajo para la zona mejorando el crecimiento económico y la calidad de vida de sus habitantes.

Con la voluntad política de este trascendental palazo, el presidente Luis Abinader marca un antes y un después para el denominado sur profundo, al tiempo de cumplir una promesa de desarrollo externada en lo que fue su primera visita como mandatario el 30 de agosto del 2020, donde, incluso, realizó un recorrido en un bote por las hermosas y cristalinas aguas de Bahía de las Águilas. Lo acontecido sirve, además, como un reconocimiento a la extinta Carmen Josefina (Piky) Lora, quien en 1997 y en representación del Estado, inició un proceso para recuperar 362 millones de metros cuadrados de ese litoral fraudulentamente en manos de particulares, gestiones que continuó su Laura Acosta y que concluyeron en una sentencia de la entonces jueza de la Octava Sala del Tribunal de Tierras, Alba Beard, devolviendo esas tierras a todos los dominicanos.

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