Autodeterminación soberana
La auténtica calidad de vida del hombre debe ser dirigida por la autodeterminación, por eso la capacitación en el individuo es la fuente que nos ofrece la toma de decisiones, en momentos en que nuestro criterio es lo más valioso en la obtención de lograr nuestras realizaciones en la sociedad. La autodeterminación es la soberanía personal que todos debemos defender en base a una conducta orientada en el crecimiento, no solo laboral, intelectual, sino también espiritual; para encontrar la respuesta a nuestras inquietudes en un mundo donde no existe la verdad absoluta.
No debemos confundir nuestra independencia de criterio haciendo uso de la vanidad como ego de nuestras conquistas. La vanidad es dañina en el corazón del hombre cuando trata de trascender avasallando a sus rivales, porque el hombre adicto a la vanidad, convierte su vida en la sombra de un sueño. Cuando no podemos apartarnos de lo superfluo, vamos hacia metas carentes de principios. El valor de la autodeterminación es caminar con pasos firmes en la solución de nuestras verdaderas necesidades, para no caer al vacío al no identificar lo que debemos valorar.
La confianza en si mismo es el más sublime estadio de nuestra autoestima. Consultemos con Dios nuestro propósito para convertirnos en mejores seres humanos con luz propia, pero alumbrados por la Luz Divina que nos orienta en la búsqueda de la razón de vivir.