Casi medio siglo
Sus ojos se cerraron y apagaron casi medio siglo de un amor sin pausas.
En tres días perdí una extensión de lo que soy y seré.
Casi medio siglo que se llevaron una vida gemela de amores y afanes.
Fue una historia sin puntos ni comas, sin agravios ni pesares. Una vida sin distancias ni sombras.
Casi medio siglo caminando juntos, soñando juntos, enfrentando las dificultades juntos, tropezando y levantándonos juntos.
Casi medio siglo siendo hombro mutuo de lágrimas y alegrías, de sueños y espantos. Uno era como la continuación del otro. Un dúo amoroso cabalgando al ritmo de un calendario de felicidad.
Casi medio siglo construyendo ilusiones con sudores y lágrimas.
Casi medio siglo depositando confianza en una alcancía de amores, hasta levantar, beso a beso, una fortuna de cariño.
La contundencia de este golpe anula de impotencia el ánimo de estos largos días de tristeza. “Los que han conocido el sufrimiento, saben cuál es el tamaño de esta pena”.
Hoy, de rodillas ante Dios, con los sentimientos repletos de llagas, azotado por el dolor, inicio la construcción de un monumento imaginario en mi corazón para que nunca muera este cariño y viva por siempre su nombre y su figura en este altar de recuerdos.
Solo eso puedo prometerte, amor mío.