Opinión

Transfuguismo: El show va a empezar

Con la llegada del año preelectoral de 2023, será inevitable el aumento del número de casos de transfuguismo, agravado por el innegable hecho de que nuestros partidos no son ya de izquierda ni de derecha sino todo lo contrario… y también viceversa.

Hablo de unos partidos capaces de reunir en sus bloques electorales y gobiernos a organizaciones ultra conservadoras, radicales de la xenofobia y la misoginia y, al mismo tiempo, a grupos con vocación socialdemócrata, defensores de los derechos de la mujer, “las tres causales”, por ejemplo.

En este asunto, el “mejor de todos” es el PLD (incluida su versión verde, la FP), que en sus gobiernos era capaz de reunir a Miguel Mejía (Venezuela, China, Viet Nam), Gordo Oviedo, ya en la gloria de los amigos buenos, (Brasil de Lula) y, al mismo tiempo, a la FNP y al fenecido Carlos Morales Troncoso, que fue siempre “un hombre de los americanos”.

El desparrame ético de la política, la falta de autoridad de la JCE, más la falta de identidad ideológica de nuestros partidos, seguirá provocando un aumento en los casos de transfuguismo. Y como “quien tiene más saliva come más hojaldres”, es lógico pensar que el PRM ocupará el primer lugar pues, como partido de gobierno tiene a su disposición un mayor poder de convencimiento que incluye el Presupuesto Nacional que, como un Baninter político, ofrece “todas las posibilidades”.

El segundo lugar lo ocuparía la FP, a partir de que fue en los tres primeros gobiernos morados que presidió Leonel Fernández, donde la organización logró crear, -como hacen siempre los partidos gobernantes- su propia burguesía, sus propios ricos. Hagan memoria, desde Pedro Santana hasta ayer, como a las cinco.

Hoy, son esos príncipes del capital los que, generosos y agradecidos con el expresidente Fernández muestran una especial solidaridad, y no solo económicamente. Lo mismo ocurre con el PLD morado que encabeza el expresidente Danilo Medina. Solo que cuando inició en 2012 el primero de los dos gobiernos de Medina, ya el partido morado había creado su burguesía de agradecidos financiadores amigos de primera y última instancia. Por cierto, el costo de las discretas cenas de recaudación amenaza ya con superar la barrera de los cinco millones el cubierto y subiendo… “y ahora es que falta mambo”.

Entonces, “Señoras, señores, ocupen sus localidad” el show va a empezar.

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