“Eliita” y la familia Wessin
En ocasión de unas declaraciones ofensivas hechas por el comunicador Charles Albino respecto a Elías Wessin Chávez (“Eliita”) y, luego de que este último le contestara, aquel me contactó con el propósito de que le proveyera datos para enfrentarlo, a lo que le conteste lo siguiente:
“Sabes lo mucho que te aprecio, pero tengo que confesarte que, de Elías, no me separaron diferencias personales, sino relativas a nuestras visiones respectivas sobre mi desempeño coyuntural en una función pública en la que me tocó ser titular, precisamente, por su voluntad y recomendación. Sin que esto quiera decir, en modo alguno, que la mía fuera necesariamente la visión correcta. Esa es cuestión que la historia habrá de destrabar.
Son cosas que suceden. Pero, en puridad, no tengo quejas personales ni de “Eliita” ni de la familia Wessin, de quienes he recibido un trato que bordea el patrocinio. Y mucho menos del general Wessin, quien fue como mi padre y cuyas acciones en el pasado han sido tergiversadas en su perjuicio. Por tanto, cuando quieras, incluso sacarme al aire en una entrevista, estaré dispuesto a ello, pero con la aclaración de que mi participación la aprovecharé para defender el buen nombre de la familia Wessin: del general, de “Eliita”, de su esposa, de su madre y de sus hermanos, a quienes debo gran parte de lo que soy hoy y de quienes me encuentro separado no por considerarlos malas personas –ni mezquinos en modo alguno–, sino por diferencias de enfoques que, estoy seguro, no fueron manejadas de la mejor manera ni por él ni por mí.
De modo que, si alguna oportunidad de hablar sobre los Wessin me presenta la vida, siempre la aprovecharé para primero enjuiciar el rol del general Wessin en su justo contexto histórico, y segundo, para bien hablar de “Eliita” y su hombría de bien, igual que de su esposa, sus hijos, su madre y sus hermanos. Así que, cuando quieras que conversemos sobre ese respecto, aquí estaré para ti. Y, si me permites, quisiera aconsejarte que reconsideres esas posturas respecto de “Eliita”. Con ello creo obtendrás más reconocimiento que enfrentándolo. Y digo que obtendrás más reconocimiento, porque las personas suelen desarrollar más admiración por quienes admiten públicamente haberse equivocado, que por los que se tornan intransigentes, aun sabiéndose equivocados.
Me reitero dispuesto para relatarte la historia de la familia Wessin. Eso te permitirá conocerlos mejor. Fuerte abrazo”.