Un cambio de corazón

El 3 de diciembre de 1967, Lois Washkansky, un ciudadano de 55 años de Africa del Sur, fue el primer hombre que recibió un corazón trasplantado para seguir viviendo. Un equipo quirúrgico dirigido por el profesor Christian Barnard le implantó el corazón, convirtiéndolo en el paciente más celebre del mundo. Se trataba de una enfermedad cardíaca incurable que obligaba la operación. En lo adelante, la incógnita era impedir que el organismo rechazara dicho órgano. Hoy muchos medicamentos ayudan a su aceptación.

El gran aporte a la preservación de la vida fue realidad, pero nos obliga a reflexionar que no se puede trasplantar en un corazón los valores cívicos y principios morales, ya que se trata de la psiquis o espiritualidad del ser humano. El resultado de la reflexión es desalentador; un corazón cargado de avaricia en un líder es capaz de mentir y simular para alcanzar el poder y luego olvidar el pueblo que lo sustenta. El corazón carente de generosidad y bondad, se nutre a costa de la desigualdad social, y en ocasiones, se hace compromisario del crimen organizado que desestabiliza la seguridad ciudadana y la tranquilidad de la familia en su hogar.

El trasplante es eficaz en su mecánica fisiológica, lo “intrasplantable” es la honestidad y los valores que representan el anhelo de un pueblo esperanzado en un mejor porvenir. Feliz año 2023 con fe en el futuro.

Tags relacionados