Capacitacion Electoral e Integredad de las Eleccciones
La presente reflexión, se orienta en destacar el rol llamado a jugar por la capacitación electoral en la integridad de los procesos electorales, necesariamente habrá que plantearse las respuestas a interrogantes claves que van desde: ¿En qué medida la capacitación de los miembros de los colegios electorales impacta en la integridad de las elecciones? y ¿Por qué la capacitación es factor esencial en la legitimidad de los resultados electorales?
En aras de dar respuesta a las interrogantes precedentemente planteadas, se hace necesario abordar la vinculación entre la capacitación y la integridad como objetivo último de la administración electoral, haciendo hincapiés en el enfoque conceptual de las variables involucradas, así, lo más común es asumir la capacitación electoral como dotación de herramientas conceptuales y practicas sobre un conjunto de procesos y técnicas, destinadas a transmitir a futuros miembros de colegios electorales, dotándolos de conocimientos, destrezas e información necesaria para el cumplimiento adecuado de las tareas propias de gestión del colegio electoral.
En el caso de la integridad electoral, como segunda variable de abordaje para la asegurar la legitimidad de los procesos electorales, no hay discusión de que dicho principio como guía de una sana administración electoral, pretende que los resultados electorales sean creíbles y que estén caracterizados por asegurar la inclusión, la transparencia, la rendición de cuentas y la competitividad.
Al contextualizar el análisis del impacto de la capacitación electoral en la integridad de las elecciones, partimos de lo señalado por autores como Samuel Huntington, el cual plantea, que desde el inicio de la tercera ola democratizadora, se impulsa la creación de las condiciones objetivas que propiciarían avances significativos en el embrionario ascenso de la democracia en la región latinoamericana, combinada una serie de reformas electorales, orientadas en consolidar el marco legal que rigen los sistemas electorales, con la mira puesta en darle mayor integridad a la administración de dichos procesos y así avanzar en una mayor calidad democrática.
Tomando en cuenta que, juicio de una importante corriente de autores en temas de administración electoral, la consolidación de la administración electoral en la región desde una perspectiva de integridad, no ha sido un proceso lineal, sino que, ha tenido sus altibajos, con avances logrados a partir de un continuo proceso de reformas, donde la sistematización de la capacitación de los actores del sistema electoral avanza indeteniblemente.
En ese sentido subrayan el rol de principalía que debe jugar la integridad electoral, a partir del diseño acciones para evaluar y eliminar cualquier barrera a la participación de todos los ciudadanos, que incluya a mujeres; jóvenes; personas de la tercera edad; y personas con discapacidades, debemos acotar que en el caso de la República Dominicana, desde la mesa de inclusión de la JCE se desarrollan iniciativas y proyectos con los directivos de los colectivos organizados que representan este segmento de ciudadanos, para que en los próximos procesos electorales sean los más inclusivos posibles.
Resulta preciso señalar el proceso ascendente de consolidación de experiencias en la capacitación de los actores electorales en la región latinoamericana, proceso que se viene desarrollando, enfocado hacia el logro de mejores prácticas, a través de metodologías cada vez más novedosas utilizadas en la formación de los miembros de asambleas electorales y demás actores involucrados en la administración de los mismos.
Siguiendo la lógica descrita en líneas precedentes, referida a la instauración dentro de la capacitación electoral, de novedades como la incorporación de elementos lúdicos y diseño de contenidos audiovisuales en cada certamen eleccionario, que ha dado paso a nivel regional latinoamericano a la alianza entre la gestión electoral con estamentos especializados de capacitación dentro de los órganos electorales, dicha práctica ha sido exitosa en la experiencia reciente de las principales democracias electorales del hemisferio (México, Costa Rica, Chile, Colombia, Uruguay, Venezuela y argentina entre otras).
En el caso de la República Dominicana en la coyuntura actual de preparación de la gestión administrativa electoral, ha de resaltarse la conexión entre el marco regulatorio del proceso eleccionario, con los esfuerzos de capacitación que la actual administración electoral, es decir el pleno de la JCE, cumpliendo su rol constitucional de administrador del proceso electoral, ha programado dotar a los actores del mismo, de las competencias necesarias que garanticen elecciones con niveles óptimos de integridad. Este recorrido forma parte de un proceso de capacitación que será ejecutado por la Dirección Nacional de Elecciones, acompañado de la Escuela Nacional de Formación Electoral (EFEC), dichas formaciones se realizaran de acuerdo al calendario electoral ya publicado.
Siguiendo la lógica de conexión entre capacitación e integridad del proceso administrativo electoral, se debe señalar que ya en el pilar No. 3 del Plan Estratégico 2020-2024 de la JCE, queda plasmado el compromiso en desarrollar procesos electorales confiables, eficientes y transparentes y en ese tenor, tiene en carpeta la ejecución de un agresivo programa de capacitación a instructores, aspirantes a miembros de colegios electorales, partidos políticos, sociedad civil y ciudadanía, coordinado entre de la Dirección de elecciones, la EFEC y dirección del voto en el exterior.
En esta ocasión y con miras al proceso electoral de primarias del 2023 y el 2024, en aras de afinar el propósito de alcanzar una gestión eficaz de los colegios electorales, con cero descuadre en las actas de escrutinio, elemento fundamental para asegurar legitimidad e integridad en la gestión de los mismos, por mandato del pleno de la JCE, se llamó a concurso para seleccionar futuros instructores electorales, proceso que permitió evaluar las competencias requeridas para capacitar a su vez a futuros miembros de colegios electorales, participando del mismo unos 1,044 aspirantes para escoger unos 428 instructores electorales a nivel nacional, proceso que está en su fase final.
Para asegurar la coherencia entre el propósito y las acciones, una vez seleccionados los instructores y partiendo del procedimiento de captación manejado por cada Junta Electoral en los 158 municipios del país y las 21 Oficinas de Coordinación de Logística Electoral en el Exterior se iniciarán los trabajos de la capacitación a los aspirantes a miembros de los aproximadamente 17,132 colegios electorales, acorde con el calendario electoral consensuado con los partidos políticos, y de reciente publicación y socialización con todos los actores políticos y la ciudadanía.
En línea paralela a esas acciones de capacitación proyectadas y como evidencia del compromiso institucional de la JCE y su visión estratégica del rol de la capacitación para asegurar la integridad electoral, se viene implementando dentro del eje de capacitación que desarrolla la EFEC, todo un programa de formación de los actores del sistema electoral y al personal de la administración electoral, con miras al aseguramiento de la integridad de los procesos electorales venideros en 2023 y 2024, dentro de los cuales están: el programa de Maestría en Alta Gerencia en Partidos Políticos, dirigido a miembros directivos del sistema de partidos; Maestría en Administración Electoral, impactando al personal de la JCE y profesionales del derecho y la Especialidad en Administración Electoral y Ciencia Política, donde se tiene proyectado capacitar a 1,428 miembros de las 158 juntas electorales y las 21 (OCLEEs).
En la data numérica señalada precedentemente, se refleja de manera definitiva, la apuesta del actual pleno de la JCE, empeñada en propiciar un proceso caracterizado por la fortaleza de la variable capacitación de cara a las elecciones primarias del 2023, las municipales de febrero y las presidenciales y congresuales de mayo del 2024, que asegure a su vez, los niveles de integridad exigidos por la ciudadanía y la sociedad en general, sobre la base de un renovado capital social electoral, que derive en procesos legítimos en aras de una mayor calidad de nuestra democracia.
Felipe Carvajal Master en Estudios Políticos Electorales