Hace falta una brisita
No tengo la menor idea de quién la escribió, pero la campaña publicitaria que el gobierno ha orquestado para dar a conocer las ayudas navideñas - la cual empezó con una intriga - constituye un formidable acierto creativo.
Hablo de “Hace Falta una Brisita”. Esta campaña creó al principio una serie de especulaciones que terminaron haciéndola memorable.
La frase ha terminado siendo el lema de toda la comunicación concerniente a las ayudas y ofertas del gobierno con miras a la Navidad.
Una campaña sencilla, pero bien ejecutada. Además, llenó su cometido intrigante y de suspenso de principio a fin.
Muchos pensaron que se trataba de una campaña de un supermercado o de una marca de bebida propia de la época navideña. También sospecharon que se trataba de un sorteo auspiciado por una de las empresas relacionadas con juegos de loterías, en fin, se mantuvo la expectativa hasta el final de su desvelamiento.
Esta campaña, unida a la de Claro, constituyen dos buenos ejemplos de campañas coyunturales características de la época que brillan por su originalidad y buena ejecución. Felicidades a sus creadores.