Opinión

El desarrollo de la frontera

Ruddy L. GonzálezSanto Domingo

La inversión de más de 2,400 millones de dólares y la generación de unos cinco mil empleos son cifras altamente reveladoras de las perspectivas de desarrollo que se proyecta en la franja fronteriza Montecristi-Pepillo Salcedo (Manzanillo)-Dajabón

La inauguración de un hotel a todo confort, de 54 habitaciones, de la cadena internacional Super 8, enclavado en las afueras de Montecristi en ruta a Dajabón, es el más vívido ejemplo, que complementa inversiones multimillonarias, como la construcción de dos plantas de producción de electricidad, de un complejo de almacenamiento de combustibles, de un gasoducto, un puerto, un helipuerto.

Allí estaba parte de la ‘crema y nata’ de los inversionistas privados –los Vicini, los Martí, González Cuadra, Arturo Santana, entre otros- lo que tiene un significado: desde la Capital se mira hacia la frontera. Fernando Capellán, de Santiago, ya lo hizo con su zona franca.

Y esto me impactó. Como lo hizo el Presidente Luis Abinader, quien se confundió con comunitarios e invitados foráneos, la mayoría en chacabanas blancas, como un invitado más. Estuvo sentado en una silla igual a las del auditorio, se tomó una taza de café de tres sorbos y media botellita de agua -servida en un vaso ‘normal’ por Amelia Vicini, sentada a su lado- en una simbología, para mí, importante. Me satisfizo haber aceptado la invitación presidencial para participar, como observador, de estas importantes inauguraciones e inicio de obras. Por demás, bien acompañado de colegas de la talla de Pablo Mckinney, Adolfo Salomón, Roberto Cavada, Alberto Caminero, José Monegro, Persio Maldonado, bajo la organización de profesionales como el periodista Raúl Baz y la asistencia de Vanesa Peña y Amalia Rodríguez.

Tags relacionados