Monseñor Bello
Hoy se celebra el primer mes de la partida de Monseñor Bello Peguero. Me parece interesante acentuar el siguiente testimonio de que un servidor fue testigo: Monseñor Bello Peguero cuando entró al seminario era un joven médico, triunfante en Santo Domingo y era un director de coros, tocaba el piano.
Era un hombre brillante y Dios lo llamó al sacerdocio y él como sacerdote es presentado hoy día como un gran humanista y como un hombre que hizo muchos aportes.
La vocación sacerdotal puede llegar a cualquier edad, estando en cualquier profesión, aunque se le vea a la medicina como una profesión lucrativa.
Lo importante es hacer lo que hizo monseñor Bello Peguero: ser humanista y dar aportes a la sociedad.
Hasta mañana si Dios, usted y yo lo queremos.