Decoro en política

El anhelo del pueblo dominicano es ver cómo su sacrificio se valida cuando el manejo de sus cargas fiscales obedece a un ordenamiento transparente, donde las instituciones estén para sobre guardar su patrimonio. Nadie es elegido para gobernar de espaldas a esta responsabilidad, la austeridad en el manejo de los recursos patrimoniales debe ser asumida transparentando su administración. Estamos en un periodo decisivo de la vida nacional para reconstruir el camino decoroso, ejemplar y de libertad, cuando se corta el cordón umbilical para caminar con una real independencia en la reivindicación de los valores, el reconocimiento a la honestidad y sobre todo, el apoyo moral a los que defienden la soberanía, es decir, la identidad nacional. Quedarse preso de las inconductas por el favor político es perder la esencia de los cambios que espera el pueblo, con la esperanza de vivir en una sociedad solventada por la justicia social. La credibilidad en la forma de gobernar debe dar sus frutos más temprano que tarde, dando una señal clara del compromiso ineludible en la defensa de los más necesitados, desde la educación, sanidad y respeto a la dignidad humana, como el legado esperado por todo un pueblo para concluir la obra contemplada por el prócer de nuestra independencia, Juan Pablo Duarte. El momento llegó frente a la conspiración, el momento del compromiso de los verdaderos dominicanos.