Opinión

Luces de Sicilia en el Caribe

Listín Diario acaba de poner números a una sospecha generalizada, y al hacerlo la ha convertido en una irrefutable verdad. Comparadas con las mafias público-privadas dominico haitianas, las mafias sicilianas a lo Corleone son una misa de domingo. Hoy nuestro país es la suma de todas las mafias para casi todo. Pasen revista. Hagan memoria.

Que el 89 por ciento de las casi 819 mil visas concedidas por el país en todo el mundo entre 2015 y 2022 haya sido destinado a ciudadanos haitianos, habla del alcance de esas mafias; y la impunidad con que históricamente estas han actuado evidencia que al gobierno dominicano no le interesa realmente organizar la migración, y que sean ciudadanos inscritos en la Seguridad Social con visa de residencia y trabajo los que laboren en los oficios que nuestra economía requiere.

Hasta ahora, el plan de nuestros gobiernos todos ha consistido en permitir la haitianización del trabajo duro del país, lo que no estaría mal si se hiciera respetando los mandatos del Código Laboral, la Ley de Migración y los derechos humanos, como lo hacen los países organizados en los sectores que su economía demanda, por ejemplo, la joven dominicana en el servicio doméstico español, el obrero agrícola mexicano en Estados Unidos, los españoles en las vendimias europeas cuando España era un moridero de pobres. Pero no. Lo de nuestro Estado y sus gobiernos todos, desde El Perínclito de San Cristóbal hasta el de ayer como a las once, ha sido permitir la sobreexplotación de ilegales (negros y pobres) para que los sectores agropecuarios y de la construcción de nuestro país sean más rentables de lo que ya son, ¡y electoral y financieramente agradecidos!

Ahora, -siempre lejos de los centros de contratación de indocumentados-, el gobierno se ha montado todo un show de irrespeto a los más elementales derechos humanos de los ciudadanos haitianos o dominico-haitianos negros de aspecto pobrísimo, con lo relativamente fácil que sería anunciarles a los empleadores de ilegales, que a partir del 28 de febrero (90 días de gracia) sus instalaciones serán inspeccionadas por todas las agencias del Estado, incluida la DGII, con el fin de apresar indocumentados y aplicarles a todos ellos la ley. Solo la ley.

Sería fantástico, pero no será, porque nuestro país sigue siendo una sola gran Sicilia enterrada en una hipocresía coronada de cinismo, doblez y mentiras…

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