Opinión

Vicios caracterológicos

P. José Pastor RamírezSanto Domingo

Conocernos y conocer a los demás es siempre beneficioso. Efectivamente, en la vida conyugal se verifican una serie de defectos caracterológicos que generan dificultades que, incluso, podrían frustrar la alianza matrimonial. Para evitar tal riesgo, ofrezco al amable lector nueve vicios que se verifican en las parejas.

Iniciemos con las adicciones, si amas a alguien con una adicción te introduces en un triángulo amoroso sumamente perjudicial: tú, tu pareja y la sustancia a la que se es adicto. La persona con tal condición se ha enamorado primero de alguien distinto a ti. Amar a un adicto es como amar a un esclavo porque tendrás que lidiar con unos comportamientos erráticos e impredecibles: estallidos de cólera y de violencia.

La cólera, esta es como un terrorista: toma como rehén a las personas con las que se vincula. Frecuentemente, la aflicción reprimida en la niñez resurge en forma de cólera en la adultez. Para trabajar la cólera hay que ir a sus causas. Una persona que no expresa o trabaja la cólera o la negatividad podría atraer parejas coléricas.

La conciencia de víctima, este tipo de personas disfrutan sufriendo, se hacen la ilusión de que ejercen un poder sobre quienes les han hecho daño. No aceptan la responsabilidad de sus actos, sienten lástima de sí mismas, se quejan continuamente; acusan a los demás de sus problemas; ven la vida como una adversaria; se consideran impotentes y desvalidas; repiten los mismos patrones conductuales negativos.

Las personas que poseen el afán de control, se trata de lo opuesto a una víctima. El controlador no pide ayuda, dice lo que hay que hacer, por el contrario, la víctima desea que se le indique lo que debe hacer. Es compulsivo, no admite que necesita de los demás, tampoco le gusta que le digan lo que ha de hacer. Esto surge de cuidadores controladores y se asocia el amor con el control.

La disfunción sexual, las adicciones sexuales de la pareja destruyen la intimidad de la relación matrimonial. No es que sean personas malas o estén equivocadas; lo que acontece es que su comportamiento resulta perjudicial a la intimidad y a la seguridad de la relación. Tú te sentirás engañada, insegura, distanciada emocionalmente de la pareja y manipulada en lugar de amada.

La inmadurez, presenta comportamientos infantiles, olvida las cosas, le cuesta encontrar trabajo, dedica mucho tiempo a las redes, a las series; presenta irresponsabilidad financiera y poco fiable.

La persona emocionalmente inalcanzable, de esta hay que mantenerse lejos. No expresa sus emociones ni sus sentimientos, y no confía en nadie.

El individuo que arrastra temas con relaciones pasadas, por ejemplo: cólera, resentimiento, culpa y responsabilidad.

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