El agradecimiento del PRM y la astucia LFP (y 2)

El pasado martes explicábamos aquí que, como para las elecciones 2020 el entonces recién formado partido LFP no tenía ninguna posibilidad de ganar la contienda sino hacer que el PLD las perdiera, la organización decidió aliarse a un PRM que a cambio, agradecido y generoso, le premió con una fuerza legislativa de votos prestados pero de beneficios propios. Pero hubo más, hay más, muchísimo más. Veamos.

Hasta ahora, la mayoría de las acciones del Ministerio Público han apuntado hacia el PLD, y muy directamente hacia el círculo íntimo de Danilo Medina, lo que explica el hecho de que -entre otras razones- muy ingrato tendría que ser el actual gobierno para desde ya propiciar acciones judiciales contra el partido que con su alianza y la mano amiga de algunos de sus principales suplidores/financiadores selló el triunfo del PRM en 2020.

Que el PRM atente contra su aliado LFP y más aún contra el círculo íntimo de Leonel Fernández sería -además de torpe e ingrato- algo tan absurdo como que en el año de 1996 el gobierno del PLD hubiese alertado sus fusiles judiciales contra el Dr. Balaguer, responsable principal de convertir en administrador del Estado, a un pequeño partido de algo menos de once mil miembros.

Por supuesto que esta actitud de compañerismo y buen cariño del PRM hacia LFP podría cambiar en los próximos meses si la candidatura de Abel Martínez no lograse despegar y LFP se convirtiera en el partido a vencer en la primera vuelta.

Pero hoy, en este momento, a esta hora exactamente, el gobierno del PRM no puede ni va a molestar, a tocar con los labios de una diosa enamorada al partido de Leonel Fernández por lo mismo que no podía hacerlo Leonel contra el Dr. Joaquín Balaguer que lo convirtió en presidente de la República, ya dije.

Esos polvos -de los malos,- trajeron estos lodos, los peores. Pecado original que cuento en mi más reciente libro, El precio de vencer, disponible en Cuesta del Libro, y que un poema de Eladia Blázquez resume en un solo verso: “¡Qué caro hay pagar el precio de vencer! Cuál es el precio, callado y necio que hay que pagar para vencer. Matar la rosa, trampear las cosas y la ley. Tirarse al humo si en el consumo, cualquier chantún es rey”.

Seguiremos observando.

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