Opinión

Guaraníes y jesuitas contra los bandeirantes de Brasil

Manuel Pablo Maza Miquel, S.J.Santo Domingo

En la década del 1620 – 1630 los jesuitas fueron fundando reducciones en la banda oriental del río Uruguay, entre los ríos Paraná y Uruguay y dentro del territorio de Asunción. En 1631 un ataque de bandeirantes de Brasil destruyó las reducciones guaraníes del Guayrá. Dos años antes, un ataque de bandeirantes había capturado a unos 10,000 guaraníes, que fueron conducidos como esclavos a Sao Paulo. Los jesuitas Justo Van Suerck y Simón Mascetta fueron detrás de esos cautivos y con ayuda de los jesuitas portugueses liberaron a unos pocos. Entre 1629 y 1641 se repitieron las crueles “malocas” de bandeirantes, aliados con los tupis, encaminadas a esclavizar guaraníes. Los guaraníes dispersos, capturados y muertos alcanzaban los 60,000.

El provincial Francisco Vázquez Trujillo ordenó que las reducciones se trasladasen a “las regiones meridionales del río Paraná. El brillante jesuita peruano, Ruiz de Montoya fue el encargado de organizar el éxodo de los 5,000 indios de Loreto y San Ignacio”. Junto a fugitivos de otros pueblos el grupo alcanzó “un total de 12,000. Con otros siete jesuitas, los condujo en unas 700 canoas por el río Paraná y luego por tierra, en un recorrido de 200 leguas [aproximadamente 1,000 kilómetros], hasta Misiones (hoy, Argentina). Uno de los misioneros que participó en el traslado, Luis Ernot, en carta (mayo 1632) al P. General Mucio Vitelleschi, juzgó que la evacuación había sido precipitada y mal organizada” (Manuel González Revuelta, 2006: 152). Poco a poco, indios y jesuitas empezaron a defenderse. El 17 de enero de 1639, un bandeirante mató al jesuita Diego de Alfaro. Los guaraníes dirigidos por el Hno Domingo Torres, S.J., derrotaron en Mbororé a los bandeirantes, el 11 de marzo, 1641. Desde el 21 mayo, 1640 el rey Felipe IV de España había autorizado “dar armas de fuego y municiones a las reducciones”. Pero sometía todo el asunto a la consideración del virrey del Perú. Ruiz de Montoya, S.J., “después de arduas negociaciones” recibió las armas y municiones el 19 febrero, 1646. Las “malocas” cesaron. El 11 abril de1652 fallecía en Lima el Padre Ruiz de Montoya, “a su muerte, cuarenta guaraníes de las reducciones del Paraná fueron hasta Lima para transportar sus restos a la nueva reducción de Loreto (hoy, Argentina).” Recorrieron más de 950 kilómetros (Diccionario Histórico, S.J.)

¿Por qué las reducciones han suscitado tanto interés?

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