Gratitud digna
Cuando la dignidad habita en el ser humano, todo lo material que nos rodea es mejor valorado. Cuando se negocia la dignidad, los logros materiales no alcanzan el valor intangible de la gratitud, solidaridad y respeto a sí mismo. A través del prisma que hoy nos imponen los antivalores, nos damos cuenta que esta nueva generación desviada la indujeron a creer que todo se compra y se vende en la sociedad; que el paradigma a seguir es el que gasta y despilfarra los recursos del patrimonio, el irreverente a la autoridad con sus influencias, el exhibicionista de lo mal habido y el impune dueño y señor de la justicia. Parecería que el hombre honesto, patriota y respetuoso de la condición humana, es una especie en extinción en un sistema de derecho, empujado por una nueva clase que solo cree en el bienestar trastocado. El respeto mutuo es la mayor y mejor inversión para conquistar la independencia moral que nos acredite como personas capaces de trabajar en nuestro propio futuro, forjado en la transparencia de las acciones que nos hacen dueños de nuestras decisiones, sin depender de las manipulaciones de los que quieran obstaculizar nuestro crecimiento espiritual y profesional. Con dignidad y gratitud, todo se logra para bien. A la Directiva de los Gigantes del Cibao, en la persona del Sr. Samir Risek, nuestro agradecimiento por su respaldo moral y material en nuestro paso por el béisbol profesional de invierno.