Abel está entre Danilo y otros retos
La selección de Abel Martínez para que encabece los trabajos políticos del PLD es una gran tarea para un político exitoso en la región del Cibao. Esta misión entraña grandes retos porque los que compitieron podrían ser un obstáculo al creer que pueden seguir su campaña en busca de reposicionarse, además tendrá que armonizar con los seguidores de Danilo Medina y los veteranos del Comité Político al tiempo que proyecta su imagen como candidato presidencial siendo alcalde de Santiago.
Son labores simultaneas que se mezclan y entrechocan pero que no son ajenas a las negociaciones a que está acostumbrado. Ha sido líder de los diputados y aunque sus victorias han sido en la Santiago se ha entrenado en la captación de recursos y negociar con ricos y pobres.
Abel, como el novel en la candidatura presidencial, tiene la desventaja que los que han logrado ser presidentes han estado en campaña más de los dos años que tendrá él; que no es figura conocida a nivel nacional, se desconoce su discurso político o su visión sobre economía, geopolítica y temas candentes como la delincuencia o la educación.
La selección del alcalde de Santiago puede ser un revulsivo para el PLD que está acartonado por la costumbre de obedecer el trazado de su dirección, golpeado por la crisis interna de la división y con la imagen de supuesta corrupción de algunos de sus prominentes miembros.
De el barullo de cosas que se barruntan está si Abel encarna el nuevo líder del PLD y si el callado Danilo, que está puesto en retiro constitucionalmente, acepta impasiblemente ser relevado y además qué conducta asumirán sus acaudalados allegados ante el nuevo jefe político.
En la otra acera está el candidato a la reelección, Luis Abinader, quien será blanco de un fuego cruzado del líder de la oposición, Leonel Fernández y el presunto nuevo jefe del PLD, Abel Martínez.
La política se pone interesante.