Confianza
La democracia es increíblemente frágil, descansa sobre la confianza de los gobernados en que los gobernantes están capacitados para garantizar bien común, seguridad pública y estabilidad económica.
Una seria crisis de confianza asaltó a Inglaterra, que tenía la democracia y moneda más sólidas del planeta. Con tres primeros ministros, y cuatro ministros de economía en tres meses, su moneda sobrevive artificialmente. Es inorgánica.
En Estados Unidos, Europa y todo el mundo, la población perdió confianza en los gobernantes, demostraron su incapacidad de preservar la vida durante la pandemia de Covid-19. Murieron casi siete millones. Es difícil pedirles a sus familiares confiar en gobiernos incapaces de salvar sus vidas. Demostraron que no pueden garantizar viviendas, alimentos y combustibles a precios asequibles, ni seguridad pública, ni estabilidad económica.
La incapacidad demostrada por gobernantes, explica la desconfianza y la altísima abstención electoral. Esto terminará matando la democracia.