La unidad es el mejor de los caminos
El pasado domingo el PLD se jugó su futuro, y el futuro le sonrió.
Al contrario de José Alfredo, quien cantando a sus amores contrariados elegía siempre “el peor de los caminos”, los morados escogieron el mejor de ellos: el de la unidad, condición indispensable para que tenga esa organización alguna posibilidad de recuperar el poder. Pero hubo más, porque además de haber sellado la unidad que una foto, una llamada y un tuit confirman; además de la masiva participación -demostración del tamaño de la guardia electoral pretoriana con que cuenta esa organización-, resulta que Abel Martínez logró un triunfo contundente y por lo mismo inapelable obteniendo más votos que la suma de sus adversarios, lo que ayudará a blindar la unidad alcanzada, algo fundamental en un país con tan escasa vocación democrática que hasta en Acroarte se cuestionan los resultados de las elecciones.
Unificado y fortalecido, ahora podrá el PLD prepararse para enfrentar a un presidente Abinader que tiene el don de la ubicuidad y ha sido el secreto mejor guardado de la fauna política dominicana; y a un Leonel Fernández que a pesar de doce años de presidente en tres períodos de gobierno, sigue empecinado en superar a Joaquín Balaguer y a Buenaventura Báez en el número de gobiernos presididos.
El triunfo de Abel se basó en crear -mucho antes del inicio de la consulta- un equipo político propio dentro del PLD, y estar realizando una buena gestión como alcalde de Santiago, lo que será su mejor carta de presentación. Fue precisamente la ausencia de ese equipo político propio lo que más afectó a Margarita Cedeño, además de que debido a su alta popularidad fuera del PLD (por eso su alta valoración en los sondeos generales) la estrategia de comunicación política del PRM le apuntó directamente, lo que también hizo, -aunque por diferentes razones que dan para otro bulevar-, el partido LFP y su oficioso equipo de destacados comunicadores, perfectamente situados en importantes medios de comunicación.
En cinco meses, con los tres candidatos en las calles, llegarán Gallup y Greenberg y sabremos entonces por dónde van realmente los tiros. Mientras tanto, el PRM queda ahora conminado a ganar en primera vuelta, mientras los dos PLD (en verde o en morado) deciden en la primera, quién apoyará a quién en la segunda.
Señoras, señores, ocupen su localidad. El acto va a empezar.