Haití… ¿y ahora qué?
La República Dominicana ha estado llevando la voz cantante en el reclamo a la comunidad internacional de que preste la ayuda necesaria a Haití para salir de su atolladero. Recientemente, el Primer Ministro Ariel Henry, hizo un llamado formal a nombre de su gobierno a la comunidad internacional solicitando esa ayuda. Localmente, un grupo de diez senadores haitianos se manifestó en contra de esa solicitud. La comunidad internacional a través de Las Naciones Unidas ha puesto atención y tanto USA como Méjico han discutido sobre los aspectos en que esa ayuda podría llevarse a cabo. En efecto, el Subsecretario de Estado para asuntos hemisféricos, Brian Nichols, se ha desplazado a Haití, para discutir con diferentes actores, los que podrían ser los detalles principales de esa potencial ayuda, que podría implicar, tanto el aspecto militar para el manejo de las bandas que hoy controlan el diario vivir de las principales comunidades de Haití, así como de un potencial plan de desarrollo económico y social, estableciendo un fondo especial de ayuda económica, así como un grupo de ayuda administrativa para ayudar a las autoridades a la efectividad del manejo de los mismos, naturalmente, ya dentro de la esfera de un nuevo gobierno electo.
Qué pasará? Ya el gobierno pidió la intervención, hay grupos que la apoyan, sin embargo hay segmentos como los señalados senadores y la oposición representada por el llamado Acuerdo de Montana que se oponen a cualquier tipo de intervención extranjera y parecen preferir que Haití se aboque a tomar sus propias decisiones y marcar los caminos que el destino le tenga señalados. El mismo hecho de que Dominicana haya estado abogando por la ayuda de la comunidad internacional podría constituirse en un argumento de rechazo a esta ayuda ya que podrían verla como una forma de tener que agradecer a Dominicana por esa acción.
En caso de que se impusiera el rechazo, Dominicana deberá tomar medidas especiales; como la agilización de los trabajos del muro o verja en la frontera, declarando de interés público las áreas que se necesiten para completarla y reforzando lo ya afirmado por el gobierno de Pte.
Abinader de crear nuevas facilidades habitacionales y de trabajo que faciliten la continua permanencia del mayor contingente de nuestras FFAA en la zona fronteriza, y disponer el cierre en la frontera en los casos que las circunstancias lo señalen. También, ya con un plan de desarrollo, determinar cuántos trabajadores necesitamos y establecer programas de repatriación del resto.