Opinión

Somos más que sol y playa

Federico A. Jovine RijoSanto Domingo

El desarrollo del turismo en nuestro país se cuenta a través de la historia de los hombres y mujeres que hace décadas creyeron que, más allá de nuestro tradicional rol de exportador de materias primas, podíamos transitar otro camino, uno que al cabo de los años nos ha situado en el mapa mundial de los viajeros, destino apetecido y soñado por muchos, epítome de Caribe y paraíso, que, para el caso, viene siendo lo mismo.

Los hechos están ahí y aunque persisten desafíos, se requieren infraestructuras de servicios acordes con los volúmenes de turistas recibidos y mejoras en la seguridad ciudadana, el turismo ha sido un caso de éxito en el que todos los gobiernos pasados han hecho una contribución decisiva y en el que este, apremiado por el Covid, la crisis económica y la guerra, ha sabido sortear los riesgos y convertirlo en un pilar fundamental de la recuperación económica.

Hay mucho por hacer en materia de turismo y siempre lo habrá, pero las metas trazadas por el ministerio de turismo se están cumpliendo y el apoyo al sector ha sido encomiable.

Todo lo malo trae algo bueno y el Covid trajo consigo un inusitado interés por parte de la gente de recorrer los lugares más desconocidos del país. Las redes sociales dan testimonio del boom que se vive en los pueblos, de los turistas nacionales que los visitan y las decenas de nuevos destinos y monumentos naturales que cada vez más se dan a conocer.

Hoy día el turismo interno -el que hacemos los ciudadanos cuando recorremos provincias, municipios, parajes y caseríos- moviliza recursos, dinamiza las economías locales, refuerza sus identidades culturales y genera empleos a través de nuevos emprendimientos hechos por jóvenes que ven el potencial que representa, y a través de las redes conectan los destinos más recónditos del país con el aspiracional de viajar, disfrutar y conocer de la gente.

Ese otro turismo requiere de más acompañamiento y respaldo, a través de estrategias de promoción y mercadeo, articulación de actores y tour operadores, apoyo crediticio a esos emprendimientos, infraestructuras de acceso y formación técnica, etc., de manera que se pueda expandir la capacidad de oferta de servicios en los territorios y mejorar la experiencia de los visitantes para que disfruten, recomienden y vuelvan.

Más allá de los tradicionales destinos de sol y playa, nuestro país está lleno de hermosos destinos, plenos de riquezas culturales, que son la promesa de una maravillosa experiencia, y hay mucha gente que quiere conocerlos.

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