Occidente exportará su crisis
L
iz Truss, la primera ministra británica, en pocas semanas perdió la confianza de su partido y la nación. Empezó con ambiciosos recortes impositivos para los ricos y múltiples desregulaciones que casi destruyen el sistema bancario y toda la economía británica, tuvo que anular esas iniciativas.
El Banco Central de Inglaterra subsidia la economía y la moneda comprando bonos para mantener el gobierno funcionando. Y Truss, que hace tres semanas estaba dispuesta a lanzar un ataque nuclear contra Rusia, ahora no sabe cuánto durará su gobierno, ciertamente parece quedarle poco tiempo.
Truss implementa la receta del Foro Económico Mundial, parece que no funciona tan bien en la práctica como dentro de las cabezas de la élite económica mundial.
La explosión en los gaseoductos rusos dejó a Alemania sin energía reduciendo su poderío económico a la nada.
Mientras occidente intenta controlar el precio que Europa pagará por el petróleo ruso, Arabia Saudí y Rusia decidieron cortar la producción petrolera para forzar aumentos de precios. Es idiótico esperar que Arabia Saudí complazca a occidente, cuyo plan declarado es sacar el petróleo de su posición como energía estratégica mundial, ellos protegen sus intereses.
El presidente Joe Biden escupió muchísimos insultos contra el príncipe Saudí, Mohamet Bin Salman, acusado de ordenar el asesinato del Jamal Kashogi, el columnista del Washington Post. Bin Salman no actuará contra de sus propios intereses, para favorecer a Biden, quien tendrá la gasolina más cara justo antes de las elecciones de noviembre. La inflación y los precios de la gasolina influenciarán el voto.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) llamó a Estados Unidos, Inglaterra y la Unión Europea, detener los aumentos en las tasas de interés para controlar la inflación. A nivel interno está afectando el sector inmobiliario y todos los economistas advierten que vamos camino a una recesión.
La Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo dijo que aumentar las tasas de interés estrangula las economías emergentes, aumentando su deuda y encareciendo sus importaciones. La conferencia también advirtió sobre el peligro de una recesión económica mundial como consecuencia directa de los aumentos en las tasas de interés.
Ciertamente, Occidente exportará su crisis al mundo.